Si las estrellas fueran eternas #1

Epilogo

Ashton

Releo una vez más el escrito, aun sabiendo que no me convence y que nunca tendré la valentía suficiente como para leerlo delante de tanta gente en el funeral, ni siquiera soy capaz de leerlo internamente sin que se me llenen los ojos de lágrimas.

«Hace unos meses yo era el clásico chico con una vida perfecta. Amigos perfectos, escuela perfecta y familia perfecta. Ahí también entraba mi padre, quien era el mejor que se podría desear tener. Él siempre ha estado ahí, desde mi primer acorde hasta el último. Cuando era pequeño y me caía siempre me esperaba con gasas y yodo para curarme. Esas no fueron las únicas heridas que curó, él siempre estaba en los momentos más complicados para sacarme una sonrisa; y eso que su sentido del humor era realmente horrible.

Pero como todo lo bueno en nuestro absurdo mundo, debe terminar. Y es así, se acabó. Se acabaron los cuentos de buenas noches, se acabaron los besos de buenos días, se acabaron los ratos que pasaba cocinado, las salidas en bici, las caminatas por la paya...

Todo eso ha desaparecido para dejar paso a un vacío acompañado de cientos de emociones distintas. Una de esas emociones es sin duda el arrepentimiento.

Arrepentimiento por no haberle dicho más a menudo lo mucho que lo quería. Porque si, yo le quería mucho más de lo que nunca le dije o demostré. Sin embargo, quiero aprender, quiero aprender a levantarme sin sus besos de buenas noches y a dormirme sin sus cuentos para dormir. Quiero tocar la guitarra sin dejar de escuchar el eco de sus notas pero con mis propias manos. Y eso es lo que haré, porque eso es lo que él hubiera querido, seguir adelante sin olvidar y sin estancarme.

Nunca te olvidaré papá, ¿cómo iba a poder hacerlo? Todo lo que soy te lo debo a ti, y por eso siempre te estaré agradecido. Prometo que haré que estés orgulloso de tenerme como hijo, pues yo lo he estado de que tú seas mi padre.

Espero que estés bien donde sea que estés. Te quiero mucho y un pedacito de mi corazón siempre estará reservado para ti, para que nunca te marches del todo.»

Tomo con cautela el punto final

que él ha puesto a nuestra historia

y le añado dos más al lado...

FIN...