X. BALTIC

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Johnny recuerda muy bien esa clase de literatura en la que descubrió que en la clásica cultura griega hay un sin fin de palabras para nombrar el mar y ninguna de ellas incluye la palabra "azul" o una traducción directa.

Un vasto mar rodeando islas y penínsulas para no poder verlo como es. Ridículo.

¿Cómo puedes ignorar el hecho de que algo es de un tono y llamarlo gris o negro?

No hay modo de ver el cielo en tonos grises todo el tiempo, en especial, esa zona del mediterráneo que se caracteriza por los climas calurosos y con ausencia de nubes.

Se pregunta si en otras zonas cercanas como lo es el mar Báltico, otras civilizaciones le dieron un nombre. Recuerda algo sobre que era una cuestión cultural, aunque no la comprende del todo.

Tal vez no lo haga pronto, o bien, encuentre un azul que es demasiado expresivo como para simplemente llamarlo así.

Y definitivamente no son los ojos de una Lisa enfurecida con él, apuntando de forma grosera sin decir nada.

—Tú y yo, habláremos después—dice antes de apresurar el paso y dirigirse a la habitación de Ten.

Quiere ir a ese lugar y pedirle que se desquite con él, que Ten apenas despierta y no cree que sea bueno para su salud escuchar un sermón sobre lo que acaba de hacer o lo que hizo, pero no entra porque estuvo meditando un rato, qué vergüenza.

Doyoung lo acompaña y desearía que Taeyong le hubiese avisado de la posibilidad de Ten como un donante el día que se encontraron, porque era obvio que lo sabía porque Doyoung es su novio y esas cosas se dicen entre ellos. No lo sabe, así debe funcionar.

Sobre todo que haya sido el mismo Doyoung quien recogió a Ten esos días del hospital (días en los que lo engañaron e hicieron creer que estaba ocupado), ahora lo entiende.

En sí, la pena de aparecer en esa habitación es porque Kim Doyoung lo vio besando a su mejor amigo y hacer bromas como un intercambio es demasiado infantil para ocultar su sonrojo ante el pensamiento de ser atrapado con las manos en la masa.

Si él fuese Kim, se afanaría en molestar a Ten, porque es obvio que hasta hace unas semanas atrás, ellos dos no soportaban verse el uno al otro ni en pintura y entonces, han compartido pobres comidas juntos y un par de besos que no sabe de dónde han salido.

¿Qué ha estado haciendo con su vida?

¿Por qué de la nada se ha vuelto tan hipócrita en ese aspecto?

No puede odiar a Ten. No puede desviar el hecho de que no ha salido con nadie por años y que ante la mínima oportunidad, puede comenzar a desarrollar algo por alguien. Parece que tiene una necesidad suprimida que resurgió cuando Ten lo besó por primera vez.

Su mente le dice que por un momento, por un instante, puede olvidarse de las responsabilidades que no le corresponden y dejar de ser un adulto mayor para recordarle que es un adulto joven que necesita de las relaciones interpersonales para mantenerse sano. En pocas palabras, que si su edad es pertinente, debería buscar un poco de cariño incondicional en personas que no pertenecen a su familia.

Pero Ten no es la persona correcta.

No lo es porque entre ellos el dinero sobrepasa cualquier tipo de interacción, ninguno de ellos estaría en esa posición si no se tratara de un asunto monetario.

Siempre lo ha sido. Por eso no lo considera su amigo, porque él evita a toda costa pedirle dinero a sus amigos, no puede ir por ahí pensando que necesita pagar, que su amistad de ve evaluada en el tiempo en el que saldará la deuda y, además, en la gratitud que eso debe generarle, como en el caso del transplante, que básicamente se limita a un "por toda la vida".

Babylon Allure [JOHNTEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora