Babylon Allure [JOHNTEN]

XXX. LAPIS

Quitarle la vida a alguien o amenazar con hacerlo es uno de los peores actos que la sociedad humana ha conocido desde sus inicios. Este tipo de acciones se limitaban exclusivamente a las deidades, eran ellas quienes tenían la capacidad de elegir sobre la vida de otros y, en otros casos, también se creía que recibir sacrificios era de su agrado, así que podía llevarse a cabo si ese era el fin.

Cada víctima o tributo tiene cualidades especiales, todo de acuerdo a las tradiciones de las culturas, la maya, por ejemplo, tendía a extraer el corazón de los niños al ser un signo de la pureza encarnada; o bien, los chinos que tomaban cuerpos de hombres entre sus 15 y 35 años que en su mayoría eran prisioneros de guerra, además de los niños y niñas que eran enterrados según el ritual tradicional, por otra parte, en Mesopotamia y algunas regiones indoeuropeas, era común sacrificar sirvientes que acompañaran a los fallecidos miembros de la nobleza para que les sirvieran en la muerte.

De cualquier manera, cada tipo de sacrificio, fuese o no masivo, se realizaba con fines únicamente religiosos, a diferencia de las guerras u homicidios dolosos, que eran castigados con penas incluso cercanas al inframundo.

Así que no debe sorprender lo que la noticia de un supuesto ataque armado puede significar en todas las partes del mundo; sin embargo, Estados Unidos tiene una muy seria historia roja con respecto a ellos.

Johnny sostiene el pomo de la puerta con ansiedad, hay un hombre que no conoce en absoluto frente a él, un hombre que ha estado siguiéndolo y también a Joy, que intentó causarle un accidente a su novio y, no dudaría en sospechar que también es culpa suya los agujeros en los neumáticos (que tuvo que cambiar sin que Ten lo notara y eso le quitó gran parte de su sueldo) y las tachuelas el día del compromiso de Taeyong.

Un homicida en potencia.

—Cariño, pensé que volverías más tarde, estaba a punto de llamarte, tu cliente llevaba algunos minutos fuera, me alegra que llegaras—su madre le extiende una taza al nombrado y sonríe con dulzura.

¿Cliente?

—Este no es mi despacho.

—Lo sé, pero en realidad necesito tu ayuda con urgencia, una asesoría, lo que sea—dice con voz tranquila y ese acento, que Johnny nota, emana de todo su cuerpo.

—Mamá, ¿puedes darme algo de espacio?

Irene ahuyenta a Makku y su respectivo dueño no sin antes decirles que cualquier cosa que necesiten, pueden llamarla. El rubio agradece y es cuando el rostro de Johnny se vuelve más calculador, si comete un error va a sacarlo a patadas de su casa, sin importar lo que cueste.

—Lamento haber aparecido así, yo no quería entrar y molestar...

—¿A qué demonios viniste? La última vez huiste como el jodido cobarde que eres y ahora vuelves a un lugar que no debías pisar. ¿Cómo encontraste mi casa? —Se recarga en la silla y rasca su cabeza—Qué idiota, siempre me seguías, sabes que puedo llamar a la policía en cualquier momento, ¿verdad? Estas en zona roja.

Recuerda que la última vez que actuó de esa manera, tan a la defensiva, fue cuando Sicheng y Jaehyun lo amenazaban, pero ahora es peor, Christopher tuvo la audacia de entrar a su casa.

—Vengo en son de paz, sé que hubo cosas que hice que estuvieron mal, pero creo que si me escuchas, entenderás por qué lo hice y, sobre todo, te será de utilidad.

—Habla.

—Verás, tengo un hermano menor que está enfermo, —su corazón se ablanda al instante—es algo temporal, Felix ha estado soportándolo por mucho tiempo, ese es el problema, y los gastos se me acumulan, nuestros padres murieron hace años, los abuelos no tienen suficiente dinero para pagar por los medicamentos, así que me metí en algunos negocios sucios, necesitaba el dinero, mi hermana menor quería dejar la escuela para ayudar con los gastos, pero Lily es una niña muy inteligente y ama estudiar, así que no la dejé. Es una historia tonta, no quiero que me tengas lástima, es sólo que, terminé relacionado con un tipo que vendía drogas y pensé que eso iba a ser todo, hasta que me pidió que te siguiera.