XXXIV. BLUEBONNET

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Black & Blue by A.C.E
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La oscuridad puede ser portadora de buenos momentos, sobre todo porque Taeyong no va a ser capaz de ver su sonrisa acomodándose entre las sombras, es todo lo que quiere hacer, no como burla, sino que parece una situación que no pensó podría realizar frente a tal multitud.

Pasan de comportarse como un par de personas entre centenares a un dúo peculiar frente a todos, el show estelar que nadie se preocupa en ver.

—El castigo es para Ten, no para Johnny—agrega Taeyong para descartar la idea y eso lo saca de su pronta ensoñación sobre su propio novio.

—Creo que voy a fingir que no escuché eso—dice como una broma, una que espera que los divierta, lo hace, a excepción de Ten.

—¿Qué? ¿Tienes miedo, fortachón? Tampoco es como si quisiera hacerlo, no te preocupes.

Los brazos cruzados, mirada altanera, sonrisa aprovechada y hombros ligeramente inclinados hacia atrás le dan un recuerdo grato de lo que fue su primer encuentro, ese es el Ten orgulloso al que le gusta aplicar el tira y afloja con él.

Una fachada perfecta del apuesto enemigo que lleva a su cama todas las noches, sea de forma presencial o como un vestigio del recuerdo en sus sueños.

—Por supuesto que no, sé que no eres capaz de no sentirte intimidado por alguien como yo, niño mimado, deja tú de preocuparte, no tienes que hacerlo.

Hay un abucheo al unísono que se siente como música de fondo en su relación saliéndose del estándar habitual de palabras dulces al que se han acostumbrado.

Luego, simplemente, cruza la zona, se coloca frente a él y con una rodilla separa sus piernas antes de soltar con un sarcasmo profundo:

—Estoy seguro de que esto será lo único que tengas entre las piernas por mucho tiempo, así que disfrútalo.

Entonces, finalmente, toma lugar y se sienta ante la mirada de un Taeyong que podría parecer satisfecho por el espectáculo de repulsión entre ambos. Su inocencia no lo deja ver más allá de un par de hombres que preferirían comer lodo a relacionarse más allá de la competencia y conflicto monetario.

La noche es distraída, lo suficiente como para que haya momentos llanos en los que recarga su mentón en los hombros de Ten eso pase por alto para todos. También cuando se estira para alcanzar su bebida sobre la mesa y tiene que colocar su mano sobre la cadera de su novio.

Para Ten parece igual, porque se recarga sobre su pecho la mayoría del tiempo, susurra cosas ligeras como preguntas débiles sobre cómo está pasando la noche o comentarios al azar que son bastante privados, además, no saca por mucho tiempo las manos de sus piernas, pretendiendo que es un soporte.

No discuten, ya no hay nada que fingir, no es necesario llamar la atención y eso se siente bien.

Siendo como son, pero no en privado, sino que en el exterior, donde son susceptibles a las calumnias y comentarios grotescos sobre el inicio de su relación, sea o no, amorosa. Pasar desapercibido cuando te sientes como la persona más brillante de la habitación es un sentimiento relajante.

—¿Cuántos shots se ha tomado?

—Uno, un shot de whiskey y dos cócteles —responde Ten suavemente—Doyoung no es un buen bebedor, es decir, no es molesto, pero definitivamente se pone cariñoso.

Lo comprueba, no deja de repetirle a Taeyong cuanto lo ama con una voz adormecida, lo abraza y besa sus mejillas, lo que, dejando de lado lo asquerosamente cursi que es para los espectadores, luce adorable para un par de chicos recién comprometidos y que están tan desesperados por unirse al otro de por vida que su boda se celebra en casi un mes exacto.

Babylon Allure [JOHNTEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora