Especial de Halloween

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Advertencia: mención de uso de drogas y violencia física, homicidio, abuso sexual. +18

UN CUENTO DE HADAS

Universo alterno de Babylon Allure.

Cuando John ingresó al reclusorio con una cadena de veinte años por homicidio múltiple imaginó que el resto de su existencia iba a ser un pesar entre personas aún más detestables que él, si eso era posible. Pues los constantes comentarios alrededor de su caso eran mediáticos y lo llegaron a catalogar como el hombre más peligroso de Chicago en los últimos diez años, fuera o no verdad, eso no le importaba en absoluto.

Porque nadie quiso ponerse de su lado, no hay abogado que quiera defender a otro y tuvo que aceptar eso con duras penas, sí, no tenía excusa, él sabía lo que hacía; sin embargo, los otros también y nadie llegó a culparlos por el simple hecho de haber perdido la vida. Su consciencia estaba limpia y había declarado que lo volvería a hacer, detener a un grupo de abusadores de niños no es la mejor hazaña de su corta vida, pero sí la que lo mantiene más orgulloso.

No tiene miedo, de eso está seguro, no hasta que los demonios que están dentro del reclusorio lo reciben usando sus manos como batacas y el suelo como un tambor, como si hubiese un rito ante el nuevo y menos culpables de los residentes de la prisión.

—¡Silencio! —Gritan los guardias en un intento nulo de disminuir la tensión violenta que se genera con su llegada.

Surten una que otra patada las puertas más cercanas conforme caminan al segundo piso del ala, su celda es la 127, de las últimas de esa zona. La privación de la luz y la libertad es un concepto que se toman en serio. John lo asume como un castigo dentro de otro, si no pueden golpearlo por sus crímenes, lo van a volver loco. A pesar de eso, los policías lo tratan con decencia, en algún punto, estuvieron en el mismo bando, si no es que siguen ahí. El problema son los demás reclusos.

Un abogado no es bienvenido con gracias la mayoría de las veces.

—Entra—dice la oficial que lo toma por un brazo. John alza las manos para pedir que le retiren las esposas con amabilidad y entra sin más. Oscuro como suponía.

Y las burlas continúan desde fuera. Hay apenas un par de camas en forma de litera hechas de piedra a su derecha, la rejilla que debería permitir la entrada de la luz se ve obstruida por una de las torres de vigilancia, apenas entran rayos dispersos que chocan contra el suelo, un retrete limpio y la pulcritud de la soledad junto a un par de toallas sobre el lavamanos. Es una mierda para los derechos humanos. Si no estuviera dentro por atentar contra ellos, los demandaría.

—¡Suite presidencial, cariño!

—¡Le ha tocado con el Príncipe azul, qué fortuna!

Esas palabras lo desconciertan, no hay nadie en su habitación. Gira sobre sus talones a nada de perder el equilibrio por temor a que alguien se encuentre detrás suyo y termina cayendo conforme las risas aumentan a sus alrededores. Es una broma.

—¡Disfruta mientras puedas, Bella durmiente!

—¡Buenas noches! —Grita el último con una voz que le tira a gemido y le da un escalofrío espantoso.

Hace caso absurdo a los comentarios y se cerciora de darle una revisión rápida a su habitación sin hacer demasiado ruido, como lo sospechaba, no hay nadie ni en la litera de encima. Ambas camas están tendidas, por lo que sube a la de arriba por mera estrategia y trata de conciliar el sueño, aún le quedan veinte años dentro, deberá aprender a dormir sin intentar ser asesinado por sus propias pesadillas tomando vida.

Babylon Allure [JOHNTEN]Where stories live. Discover now