Capítulo 46: Oscuros sentimientos.

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Efectivamente la recepción comenzara a las ocho de la noche, pero las personas comienzan a llegar mucho antes a la lujosa mansión de los Lawrence. Nadie puede cuestionar la majestuosa arquitectura, además del espacio que ocupa, es un hogar digno de los Lawrence e igual de ostentoso como ellos.
Esta recepción reúne a todos sus socios, amigos de negocios, personas que de alguna forma u otra se desempeñan en el mismo rubro que ellos, una más de las tantas reuniones de alta sociedad y claramente allí debe estar la familia completa y feliz, con Emily, Siara, Malia y Hunter, agregando así también a los demás Sherman, ya que para casi todos, Siara es hija biológica de Hunter.

Por orden exclusiva de Eva, no podían llegar en uno de sus autos, por eso reservó una limusina para la ocasión.
Las únicas radiantes por el trato son Nora y Zoe, mientras que a las hermanas Davis le da absolutamente lo mismo y Luna sigue siendo un símbolo de paz entre ellas.
Otra orden más de Eva, fue que Siara quedará a su cargo, lo que significaba vestirla como ella quisiera, claro que eso fue motivo de pelea entre ella y Emily, pero frente a la pequeña, la joven tuvo que aceptar.

— Nisiquiera he llegado y ya quiero irme-habla Emily, largando un pesado suspiro.

— Sólo será un momento— alienta Malia, — pueden quedarse está noche conmigo— choca su hombro con el de su hermana — llevaremos a Siara mañana al parque.

Emily, sonríe pero se trata de una sonrisa melancólica. — Como deseo que nuestras vidas sean como en San Diego. Amaba ese ambiente, no había trajes elegantes, ridículas recepciones con sonrisas fingidas...— esas palabras captan la atención de sus amigas también, - pero tú siempre me traes de regreso a un hogar como lo fue esa ciudad, me alegro de tenerte conmigo– sonríe en dirección a su hermana, siendo muy bien correspondida a ese gesto.

—  ¡Ya!— suelta Zoe, —¡Me harán llorar y arruinare mi maquillaje!

— Si ya...– Nora, actúa su mejor cara de mala pero termina lanzándose a las hermanas para abrazarlas, — ¿Por qué son tan lindas?— chilla.

— ¡Oye!— los ojos de Zoe, también están comenzando a delatarla, quizás esto sea efecto  por las copas que las dos  estuvieron bebiendo antes.

Entre risas, por parte de Malia, Luna y Emily, escuchan que el chofer anuncia  la llegada a la mansión, así que se obligan a recomponerse para hacerle frente a esto.

Nadie puede negar la belleza que precede a las hermanas Davis, más aún vestidas con esos trajes y demás perfectos detalles.
Para Emily, un vestido de color bordo, ajustado al cuerpo, mangas largas pero con la zona de cuello y clavícula al descubierto.
Y a elección de Emily, un vestido azul, acorde al figura de Malia, marcando su cintura, además posee con un tajo en el costado de la pierna izquierda, dejando al descubierto la misma y parte del muslo.
Emily, había hecho un comentario mientras su hermana se colocaba el vestido, “Si Ethan, estuviera allí, te robaría”, pensando que ellos no estarán en la recepción.

Atravesar esas sin fin de miradas clavadas en ellas, no es nada grato más aún cuando al final del recorrido, encuentran las falsas sonrisas de los Lawrence, Alexander y Eva.

Antes que ir a presentarse frente a esas personas, Malia para sus pasos a mitad del salón, haciendo que todas se detengan.
— Iremos a la mesa que tenemos reservada— habla, fingiendo una sonrisa ante su hermana.

— Yo.. buscaré a Siara y..

— quédate con ellos un tiempo— insiste Malia.

— Nosotras no nos escaparemos— Salta Nora, tratando de hacer reír a Emily.

— Te esperamos cariño— agrega Luna, sonriéndo.

La joven está a apunto de agregar algo más, cuando sus ojos instintivamente se dirigen a la entrada, es más, las miradas de todo el mundo estan puestos en esas personas que acaban de llegar.
Vestidos de traje, llamando demasiado la atención con una expresión fría en sus rostros, hay un aura peligrosa sobre ellos y todo eso, va dirigido exclusivamente hacia Alexander.
Ethan y Ciaus, ingresan al salón tan intimidantes, acompañados por los hermanos Cox, Krys, Logan y Dereck, asi no dan más que una impresión, que no es haber venido en señal de paz.

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