Capítulo 36: La verdadera cara de Trevor.

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Ciaus, hace un momento de silencio, aumentando más la ansiedad en Malia, hasta que por fin comienza a hablar.
— Luego de unos meses de su partida de San Diego, Ethan fue a buscarte— confiesa al fin, sorprendiendo a Malia ya que queda totalmente atónita.

— Pero yo nunca lo ví...

— Lo sé— continúa Ciaus, con el ceño fruncido, - Él fue decidido a ver cómo estabas y si comprobaba que no eras feliz, te llevaría con él sin dudarlo. Ese día, se estaba realizando una fiesta en la mansión Davis, tiempo después supe que fue para darle la bienvenida a Siara. Ethan, te vio feliz...— sonríe de lado, — claro, era por Siara.

-aún así..— Salta Malia, — ¿Por qué no me llamó?

Ciaus, borra cualquier rastro de sonrisa y calidez de su rostro.
— El único que lo vio y se acercó a hablar con él, fue Trevor Sherman– escupe con la mandíbula tensa,
— Siento que algo más pasó en ese encuentro pero Ethan, no me lo dijo, sólo que ese tipo le habló de tí, de lo bien que estabas  y que en ese entonces, eras su novia..

— ¿Qué?— corta Malia, con la frente fruncida, — él solo era mi amigo...

— Trevor, envenenó a Ethan contra ti. Y lamentable, a partir de ese momento y viendo la manera en la que tú estabas cerca de él, Ethan sólo vió lo que su mente quería ver, creyendo en las mentiras de ese imbécil.

Malia, apoya su espalda contra el asiento del auto, mirando fijamente hacia el frente, tratando de procesar lo que acaba de escuchar.
— ¿Por qué no me lo dijiste antes?

— Después de eso, Ethan nos prohibió aún más buscarlas.

— Pero....— traga saliva nerviosa,
— ¿Qué ganaba Trevor, mintiendo así? Quizás Alexander, lo mando...

— Oh no— Ciaus, ríe sin humor.
— Créeme, ese tipo no es alguien que obedeceria a Davis.

Malia, vuelve la vista hacia él, — ¿A qué te refieres?

— Él ya tenía muy claro su objetivo desde antes.

La joven, cambia repentinamente su expresión, mostrando claros signos de enojo, los cuales no pasan de ser percibidos por Ciaus.

— Malia...— capta su atención, —  He conocido tu personalidad, aunque trates de ocultarlo, sigues siendo la misma en ese sentido, así que no busques respuestas en ese tipo. Controlate, porque ese sujeto no es alguien con el cuál puedas jugar. Definitivamente está enamorado de ti  u obsesionado, no vayas a enfrentarlo sola.

Malia, le sostiene la mirada con la mandíbula tensa.
— Lo prometo— miente, — y gracias por contarmelo.

— Debías saberlo para protegerte de Sherman y  también que sepas que el cabeza dura de mi hermano, aún se interesa por ti y nunca ha dejado de hacerlo.

— Gracias— continúa Malia, relajándose extrañamente al oír esas últimas palabras y sin más, abre la puerta del auto para salir de allí.
— “Amigo Ciaus”, nos vemos pronto– le regala una sonrisa amistosa, correspondiendole al mismo gesto.

Acto seguido, realiza el recorrido hasta su auto, pero en el GPS termina colocando la dirección de la cabaña  donde está Trevor.
Había dicho que no lo buscaría pero le es imposible cumplir sus palabras ya que se siente traicionada. Todos estos años contando con el apoyo y amistad de Trevor, cuando él le mintió vilmente a Ethan sobre ella. En serio necesita una respuesta de su parte, aunque ir sola a un lugar alejado de la ciudad no parece ser una buena idea, está demasiada ansiosa y enfadada para pensarlo bien.

Esta oscureciendo y le lleva más de una hora llegar allí, sin embargo cuando lo hace, encuentra las luces de la cabaña encendida lo que le da el pase libre para golpear la puerta esperando ser recibida por él.
Luego de un par de golpes en la puerta, definitivamente  se abre dejando ver a un sorprendido pero sonriente Trevor Sherman.

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