Capítulo 94: Feliz Navidad

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El café, el mismo que preparó Krys para Ethan fue a parar derecho a las manos de Malia, con todos  los chicos expectantes a ver la reacción de la joven.
Claramente esperaban ver una mueca, algo que les dé una señal de que ella esta con los mismos síntomas que Ethan, pero Malia sigue perfectamente bien.

Si no era el aroma del café, debía ser algo más, así que usaron al pobre de Ethan, para acercarle alimentos u aromas que le causaban náuseas y luego lo llevaban a Malia pero nada pasaba, todo esto lo hicieron durante todo el día hasta la cena de noche buena, con un Ethan fatalmente descompuesto pero sin valor de comentarle lo que pasaba a su esposa.

– No vuelvas a cocinar— habla Ciaus, en dirección a Ethan quién está tomando sorbos de agua lentamente, ya que es lo único que le permite su estómago.

— Mi padre en verdad, me hizo pensar que Malia podría...— se guarda las palabras para él, pero Ciaus lo termina.

— Estar embarazada— Ciaus, le da una palmadita en el brazo, – Aún tienen toda la vida por delante, no te preocupes.

— No lo hago... pero es imposible que este tema no me tenga así, luego de lo que pasó. Quiero... necesito estar atento a Malia y poder cuidarla.

– Lo harás— Ciaus, le regala una sonrisa de lado, que es muy bien correspondida hasta que ve como comienzan a llamarlos a la mesa...

La cena fue un placer para todos los que participaron en ella, con buenos deseos y sentimientos, sentados alrededor de la mesa, no hubo ni un comentario negativo, ninguna preocupación, algún recuerdo amargo del pasado, solo lo que caracteriza a los chicos, entre sus bromas y risas, en fin, fue una noche muy especial...

Un tiempo después que todo acabo, sentada en el lado de copiloto, Malia mira de reojo al joven que conduce el auto. El mismo  está con la mirada al frente pero fuera de estar concentrado en el camino, su pensamiento está en otro lugar.

— Ethan...— Llama Malia, trazando una rápida caricia sobre su mejilla.
— ¿Todo va bien?

El encontrarse con los ojos de Malia, él vuelve en sí, sonriéndo cálidamente.
— Claro que si, estaba pensando en el regalo de Navidad que te tengo preparado— esa pícara sonrisa dan claras señales de que no es un regalo cualquiera.

— Yo también— anuncia Malia pero sin darle más  detalles sobre el asunto, vuelve su vista al frente.

— ¿Un regalo?— posa su mano sobre el muslo de la joven, provocándola.
— ¿Puedo abrirlo cuando lleguemos o tengo que esperar?

Malia, lo piensa por unos segundos y asiente con la cabeza, — Puedes hacerlo ahora.

Sin más, el joven estaciona el auto y cuando desea llegar a Malia otra vez, es ella quien se escapa de él, riendo divertida.
Conociendo muy a Ethan, sabe que no tardará nada en atraparla y es así, ya que con la misma perversa sonrisa en su rostro, baja del auto, trota rápidamente ese tramo hasta la puerta de la casa, pero cuando termina de entrar, ve a Malia parada junto al árbol de Navidad, sosteniendo una caja roja, cerrada con un listón del mismo color.

— El regalo...— dice Ethan, caminando en dirección a ella.

— Feliz Navidad— Repone Malia, y con una gran sonrisa le extiende el regalo.

Admirando unos segundos más esa sonrisa encantadora en el rostro de su esposa, Ethan toma el obsequio entre sus manos.
— Me encantan tus regalos...— estira un extremo del listón. — me encanta mi esposa...— sigue hablando, mirándola a los ojos hasta que saca la tapa de la caja y por fin puede ver el contenido de la misma.

Malia, es fiel espectador de la expresión de Ethan ahora mismo y no puede evitar sentirse  de la misma manera que él.

Mientras que Ethan, mira fijamente esos pequeños escarpines de bebé, colocados delicadamente dentro de la caja. De esta forma, toma uno de los escarpines en su mano, para estar más seguro de lo que esto significa.
— ¿Esto es un....para bebés?— levanta la mirada a Malia y en ese momento se percata de los ojos llenos de lágrimas de la joven, conteniendoce para no llorar.

A través de tus Ojos.Where stories live. Discover now