Capítulo 85: Rosas rojas.

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Hacia tiempo no hacían algo como esto, una cita ellos solos y la verdad es que tampoco era algo tan necesario ya que Ciaus, no ha dejado de ser el mismo chico que antes, prestando especial atención a cada detalle en la vida de Emily, convirtiéndolo en algo importante. La única diferencia de hace unos años atrás, cuando apenas se conocían, es que ahora está Siara, la niña que solamente es suya.

Emily, no tarda mucho en salir al encuentro de Ciaus, además ya ha recibido un mensaje en su móvil, de Hunter, notificandole que Siara está con él. Esta claro que Hunter y Ciaus se pusieron de acuerdo en organizar esta salida.
Cuando se asoma afuera de la casa, puede visualizar a Ciaus en el porche, con las manos en los bolsillos de su pantalón. Vestido totalmente de negro, como de costumbre, sin perder ese toque elegante tan particular.

— Señor Evans— Habla Emily, mirándolo de arriba a bajo con una pícara sonrisa, — Que sexi está.

— Me robas mis lineas— Salta Ciaus y acercándose a ella, desliza su mano por la espalda de Emily, hasta descansar en la parte baja de la misma. — Te ves perfectamente hermosa— comenta con una cálida sonrisa hasta que deposita un beso sobre los labios de la joven.

— ¿De verdad quieres irte de casa?

— Es nuestro hogar, podemos estar todo el día aquí pero hoy no— se reincorpora, como si estuviera decidido a hacer algo muy importante hoy, — así que, vamos— la toma de la mano y la encamina hacia el auto.

Primera parada, tan sorpresivo que termina provocando más que una disimulada risa en Emily, por los recuerdos que esto le trae.

-Un cine— afirma la joven, — yo recuerdo como termino la cita que tuvimos tu y yo y que comenzaba así...

— No me provoques— Salta Ciaus,
— Ya te lo dije, hoy es importante y diferente.

— Ciaus, a ti te molestaban las personas que estaban en el cine.

— eran chiquillos molestos y ruidosos– lo dice con un tono de desagrado, - pero ahora me aseguré de que sean personas tranquilas. De alguna forma, tengo que arreglar ese recuerdo— es como si se lo estuviera diciendo a si mismo.

- Está bien, vamos— anuncia Emily, tomando la iniciativa por ingresar.

Las palabras de Ciaus, sobre “personas tranquilas” era porqué ellos estaban solos alrededor, como si los asientos cerca de ellos hubieran sido reservados por alguien, que de seguro fue el mismísimo Ciaus Evans.
Emily, estuvo tentada por la actitud de Ciaus por un momento pero cuando la película comenzó y lo notó tan concéntrado, sentía la tranquilidad que él mismo le transmitía.

La película siguió su curso normalmente y todo estuvo bien. Así que a pocos minutos que la misma termine, Emily se acerca sigilosamente a Ciaus, para susurrarle algo al oído.

— Gracias por esta cita.

Ciaus, se gira hacia ella, llevando sus ojos a la sonrisa que se dibuja en el rostro de Emily.
— ¿Quién dijo que esto termina aquí?– Salta Ciaus, levantando ambas cejas.

— ¿Ah no?— pregunta la joven, con un pensamiento cruzando por su cabeza, tan parecido a su primera cita con él, sólo que esta vez está equivocada, no es el tipo de cita que quiere Ciaus hoy.

Ciaus, niega con la cabeza lentamente a medida que se acerca perversamente a ella para besarla y en ese tiempo, la película termina.
Así que, perdiéndose el final de la misma, salen del cine.

Aunque Emily, trate de preguntar, sobre la siguiente parada, no consigue respuesta hasta que terminan parando en un restaurante.

El mismo es muy poco común, sólo por el hecho de que no muchos tienen las características de este sitio.
El lugar es lujoso, está ubicado en un campo, tiene una gran extensión de verde y cuidado césped natural. Esa parte es utilizada como un paseo para las personas, ya que el camino por donde circulan, es como una especie de sendero, iluminado con faros al estilo antiguo. Recordando la extensión del campo, también se encuentra una laguna un poco más allá y sobre ella, los dueños construyeron un puente.
Todo eso, aún queda fuera de la vista de Emily, ya que dentro de los planes, tan bien elaborados de Ciaus, primero está cenar con ella...

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