Capítulo 48: Sentimientos que jamás murieron...

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Fría y triste, así es el ambiente que se desarrolla dentro de la mansión Davis, con Eva sentada en la sala con la mirada perdida frente a su esposo, quien comienza a preocuparse por ese estado.

— ¿Por qué dejaste qué ese tipo se acercará a mi hija de nuevo?— habla Eva, cabizbaja, - se llevará a Emily y a Siara.

— No lo permitiré— corta Alexander, tomando las manos de Eva, –ahora sólo tengo que alejarlo de la empresa y...

— Es culpa de Malia— suelta Eva, con la misma expresión vacía en su rostro.

— Eva...

— ¡Es su culpa!— gruñe, levantándose de su lugar, — su sola existencia arruinó la vida de nuestra familia.

— ya es suficiente...

— Admítelo— Escupe Eva, con la mandíbula tensa, — Emily, no tenía toda la fuerza para que esa estuviera aquí, tu también lo querías.

Alexander, le sostiene la mirada por un momento, sabiendo que es peligroso para su salud mental pelear con ella.
– será mejor que vayamos a dormir– deposita un beso sobre la frente de Eva, — yo me encargaré— termina, incentivando a su esposa a ir a su habitación, mientras él sigue allí en la sala, sólo para servirse un vaso de whisky y seguir pensando la manera de hacerle frente a los chicos...

▶▶▶

La semana empieza con un día gris, las nubes son un detalle especial con este clima, además de los truenos que se comienzan a escuchar aunque apenas se nota una leve llovizna hasta ahora.
Emily, se queda en el colegio hasta asegurarse de que Siara está muy bien y sólo así, abandona su puesto para ir a la tienda, en busca del traje de la pequeña para el acto escolar que está a nada de suceder.
Una vez en la tienda, sabe que debe apresurarse, ya que tiene muchas cosas más que comprar y como siempre tan distraída, está mirando el traje que encargo a fondo, en cada detalle, sin presentar atención a nada más a su alrededor hasta que alguien le susurra al oído.

— Hola pequeña...

Apenas, lo escucha se contiene para no voltear inmediatamente hacia la única persona que puede llamarla así.
— ¿Me sigues?- trata de seguir concéntrada en su labor.

— ¿Eso es importante?

— Es un delito.

— hace tiempo que no vivo conforme a las leyes—toma entre sus manos, junto a las de Emily, el traje para estudiarlo detenidamente.
Se trata  de un traje de un hada que posee los colores oscuros típicos de la temporada. — ¿Sera un ada?

— El hada  del otoño— contesta Emily, y mirándolo de reojo lo ve sonreír de lado. — ¿Puedo preguntar algo?— se para frente a él, seriamente.

— adelante.

— ¿Por qué están involucrados con la empresa de...

-shhh– posa su dedo índice sobre los labios de Emily, evitando que siga hablando, — ¿Recuerdas lo que dije aquella vez en el parque? Manténganse al margen de lo que hagamos, ustedes no tienen nada que ver con esto— aprovechando aquella acción, desliza lentamente su mano por la mejilla de la joven, sin apartar la mirada de ella.

— Y papás..¿el traje está bien?— habla la mujer que está atendiendo a Emily, obligando a la joven a responderle y por tanto a dejar de mirar a Ciaus, aunque él parace importarle muy poco la otra persona ya que tiene sus ojos puesto en Emily.

— Está perfecto– contesta la joven, entregándole el traje para ser embolsado.

– ¿Te molesta ser vista conmigo?— Pregunta Ciaus de la nada.

A través de tus Ojos.Where stories live. Discover now