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Jimin salió del baño secando su cabello, iba a hablar cuando pisó un juguete lastimando su pie.

-¡Chae esos juguetes!–Gritó Jimin cojeando.

Chae salió corriendo de la habitación y recogió sus juguetes.

-¿Papi que te pasó?–Preguntó ella mirándolo sobar su pie.

-Nada cariño, no puedes dejar tus cosas tiradas por todos lados.... Ya te lo he dicho un millón de veces–Jimin suspiró pesado y siguió secando su cabello. -¿Ya hiciste tu tarea?.

-Si pa...

Chea fue a la habitación con sus juguetes en brazos, MinGuk alboroto el cabello de su hermana y se acercó a su padre.

-Papi..

-Dime cariño–Jimin lo abrazó y le dio un besito en el cabello.

-¿Nos vamos a quedar con la tía Lisa otra vez?–Preguntó MinGuk.

-Si cariño, el gerente del restaurante dijo que esta noche habrá una fiesta así que debo quedarme hasta mas tarde–Jimin suspiró pesado. -Pero le diré que no grite tanto...

-Siempre se lo dices y ella no deja de hacerlo–MinGuk frunció las cejas. -Quiero ir contigo...

-Cariño cuida a tu hermana, no olvides volver a las nueve y cerrar con llave.. No le abras a nadie, yo me llevaré la llave, y cualquier cosa...

-Llamo a la policía–MinGuk sonrió cuando Jimin le dio un casto beso en la mejilla. -Papi se te hará tarde...

-Tienes razón mi amor, ve con tu hermana y alisten sus cosas...

MinGuk asintió y volvió a la habitación, Jimin aprovechó y se cambió de ropa, metió en la mochila lo que utilizaría para trabajar y ordenó un poco la sala.

-¡Niños ya es hora!–Gritó Jimin tomando sus cosas personales.

Los niños aparecieron con una caja en sus manos cada uno.

Salieron los tres del departamento y fueron al de al lado, Jimin tocó la puerta y no pasó ni cinco segundos para que está se abriera.

-Ya me voy–Dijo Jimin.

La mujer pelirroja y delgada sonrió.

-Cómo novedad Park Jimin va tarde–Dijo la mujer divertida.

-Cállate Lisa–Jimin sonrio y se inclinó besando la frente de sus hijos. -Cuidensen, y tu señorita Chae duérmete temprano.. No quiero berrinches...

La niña asintió y rio suave para llenar de besitos la mejilla de su padre.

-Cuídate papá, no te esfuerces mucho–MinGuk acarició la mejilla de su padre. -No llegues tan tarde...

-Lo intentaré mi amor..

Jimin los dejó en ese lugar y bajó corriendo las escaleras, fue al paradero y de suerte había consiguido subirse al autobus que lo dejaría a una calle de su trabajo.

Al llegar a su destino miró la hora en su reloj y no siendo novedad para nadie llegó corriendo al lugar.

-Respira y cambiate–Le dijo el gerente viendo la hora en su reloj.

-Si señor..

Jimin fue a los casilleros y rápidamente se cambió la camiseta por una camisa blanca de manga larga, se quitó el jean y se puso un pantalón negro.. Acomodó un poco su cabello y cuando iba a salir llegó el gerente.

-Estas son las cansiones que quieren que cantes–Le dijo el hombre al ofrecerle una hoja. -Ya han venido aquí y quieren que tu armonices la fiesta... No metas otras canciones, solo las que están en la lista...

-Si señor–Jimin miró la hoja y sonrió al ver que muchas de esas cansiones le gustaban.

-La fiesta está prevista terminar a las 12.. Se te pagará las horas extras, ¿alguna duda?–Preguntó el gerente.

-¿Quiénes son los de la fiesta?–Preguntó Jimin curioso.

-Unos artistas, productores y empresarios, están celebrando el cumpleaños de un señor que se retiró de la industria..

Jimin asintió y respiró profundo, salió y se tomó un trago de agua para salir al pequeño escenario que estaba frente a toda las mesas.

Eran las 6 de la tarde y Jimin ocupó el asiento que estaba frente al piano blanco que en dorado tenía escrito el nombre del restaurante "La cima del sabor K&T".

Jimin esperó que el gerente anunciara que iniciaría la música y él empezó a tocar el piano con una sonrisa... No dedicó tiempo en ver a los partícipes de la fiesta ni a quienes lo veian con atención, admiración y como olvidar que muchos no tenían nada de buenas intenciones con sus miradas.

Cada cierto tiempo Jimin tomaba cortos descansos, hacia ejercicio en sus manos y trataba de relajarse por que está noche sería mucho más larga de lo normal.

Los niños antes de acostarse a dormir recibieron una llamada de su padre deseándoles dulces sueños, también les envío besos y como siempre instrucciones. Rutinas como estas no aburrían y le daban mas ganas de trabajar con amor y empeño.

Jimin siguió cantando hasta media noche... el creador del evento al pagar dejó una buena propina para él en agradecimiento por armonizar la noche.

-Pasa mañana por aquí, prefiero no pagarte ahora por que ya es muy tarde y es peligroso–Dijo el gerente mientras miraba el libro de cuentas.

-¿Nos fue bien?–Preguntó Jimin contento.

-Si, a ambos nos fue bien–El hombre sonrió. -Procuraré tener tu pago temprano, mañana es horario normal..

-Ok, quería decirle y preguntarle una cosa–Jimin se sentó frente a su jefe y respiró profundo.

-Si–Dijo el gerente de inmediato.

-Pero no he...

-Se lo que dirás–El hombre sonrió al poner la mirada sobre él. -Di a los chefs que yo dejé que te llevaras parte de la comida que sobró.. Tus dos cachorros disfrutarán esos manjares...

Jimin se levantó y le hizo una reverencia agradeciendo la amabilidad, fue a la cosina por lo que había sobrado del evento y así sorprendería a sus niños... Los dos seres por los cual muchas veces tuvo que bajar la cabeza y aceptar... Por que un padre no conoce de orgullo y dignidad cuando tiene dos boquitas en casa esperando por alimento y compañía.

El costo del amor 2Where stories live. Discover now