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-Papá cuando volveremos a casa?–Preguntó Chae dando pequeños saltos.

-Hija vamos para allá , que perezosa eres–Jimin río suave al igual que MinGuk.

-No hablo de esa casa... Hablo de nuestra otra casa, la de papi Kookie...

Jimin dejó de sonreír y detuvo su andar llamando la atención de sus dos hijos.

-Hija... No puedes estar diciendo eso por la calle–Jimin suspiró y se agachó en medio de los dos. -No por qué su papá los llama todos los días y los vino a visitar esa vez significa que vamos a vivir todos juntos de una vez...

-¿Pero lo haremos verdad?–Preguntó Chae con ilusión.

-Si hija pero no sé cuando, tu papi esta muy ocupado al igual que la tía, por eso es mejor no ir a Seúl por un tiempo mas–Jimin suspiró y bajó la mirada. -¿Lo extrañan mucho?–Preguntó aflijido.

-¿Tu no?–Preguntó MinGuk.

Jimin asintió y rápidamente secó las lágrimas que caían por sus mejillas.

-Si pero hay que ser fuertes... Talvez cuando lleguen a casa puedan llamar a su papá y se sentirán mejor–Jimin dejó un beso en la mejilla de cada infante y se levantó continuando su andar.

-Yo he hecho dibujos–Dijo MinGuk mirando los autos pasar. -¿Crees que le gustaran? ¿O seguirá enojado conmigo por lo que le hice...?

Jimin suspiró pesado por el recuerdo.

-¡¿Papás?!–Habian gritado los niños al tiempo.

Jimin se cubrió el cuerpo inmediatamente, Jungkook los miró y sonrió feliz al verlos recién levantados... Se enredó la manta alrededor de su cintura y fue a abrazar a sus hijos a lo cual Chae correspondió de inmediato. Al parecer se le había olvidado a Jungkook el autismo de su hijo que cuando lo quiso unir al abrazó MinGuk se defendió asustado y lanzó dos manotazos fuertes dándole uno a Jungkook en el rostro dejando una marca de uñas.

-No cariño, papi ya debió haberlo olvidado–Jimin se inclinó y le besó la mano.

-Papá tiene razón... Papá Kookie no ha dicho nada de que le aruñaste la cara–Chae lo miró y le sonrió grande. -Apuesto que hice más dibujos que tu...

-Yo hice más... Mi profesora dijo que debía hacerlo...

Jimin perdió el sentido del oído al pensar como harían para cuando ya fuera la hora de vivir juntos. Si se mudaban a Seúl sería fácil para Chae pero difícil para MinGuk, pero si vivían en Busan debían aceptar que Jungkook no estuviera casi en casa por estar en Seúl donde estaba tanto su vida social, como la laboral y una gran parte de su familia y amigos... Era frustrante que las cosas se complicaran.

-¡Papá, Tía!–Gritó Chae emocionada cuando su padre abrió la puerta del departamento.

Jimin se sorprendió al ver a su marido y a su cuñada dentro del departamento.. Cerró la puerta rápidamente y suspiró, miró a MinGuk y este ni se movía.

-Mi amor no saludaras a papá?–Preguntó Jungkook al agacharse.

MinGuk con ayuda de Jimin se acercó a Jungkook, este estiró la mano y el infante con cuidado puso la suya sobre la de su padre.

-¿Extrañaste a papá?–Preguntó dulcemente y MinGuk asintió con una tierna sonrisa.

-Justo ellos te iban a llamar–Dijo Jimin y tomó las mochilas de sus hijos. -Pero llegaste sin avisar...

-Esa fue mi idea–Jihyun rio suave. -Hemos estado tan ocupados con los asuntos de las empresas de la familia y con la compañía que representaba a Kookie que no había quedado tiempo de estar más juntos..

-Pero están aquí–Jimin les sonrió. -¿Quieren lago de tomar o de comer?.

-Lo que quieras darme esta bien–Jihyun le sonrió y se sentó para alzar a su sobrina.

MinGuk se fue corriendo a la habitación y Jimin al verlo sonrió, fue a la cosina con su marido siguiendo sus pasos.

-Amor...

-No me avisaste–Susurró Jimin al abrir la nevera.

-¿Amor por qué estas enojado?–Preguntó Jungkook al pararse al lado de él. -Pensé que te alegría verme...

-¿Por que tu puedes ir y venir cuando quieres pero cuando te digo que nosotros vamos no quieres?–Jimin abrió la caja y sacó unas galletas. -Ayer hablamos y..

-Lo siento–Jungkook lo hizo girar y lo abrazó con fuerza. -Solo quería sorprenderte mi vida.. No pensé que te pusieras así.

-¡Te extrañamos mucho Kookie!–Jimin escondió su rostro en el cuello de su marido. -¡Estoy enojado contigo!–Sollozó.

Jungkook sonrió y afirmó el agarré en la cintura de su marido, le dio besos en el cuello y en el cabello para calmarlo.

-Te tengo una sorpresa, por eso no quise que fueras a Seúl–Jungkook lo separó y le limpió las mejillas. -¿Me perdonas?.

-Debe ser una gran sorpresa para poder perdonarte... Ya que estamos así otra vez es muy duro para mí no tenerte abrazándome–Jimin sirvió su nariz y miró de manera muy dulce a su marido.

-Yo también te necesité mi amor–Jungkook le dio un suave beso en los labios haciendolo sonreír. -Vamos con los niños y les cuento mi sorpresa...

Jimin volvió a abrazar a Jungkook y sonrió, había durado días añorandolo que al sentirlo tan cerca sus emociones le ganaron.

Entre ambos sacaron más galletas en el plato y una botella de yogur de la nevera, fueron a la sala y ambos niños le mostraban los dibujos que por días hicieron a su tía Jihyun.

-Coman–Dijo Jimin cuando dejó todo en la mesa.

-Papi mi pastilla–Susurró MinGuk cerca a Jimin.

Jimin asintió y fue por su mochila donde siempre llevaba el medicamento de su hijo, agradecía que era fin de semana y no tenía que correr para irse a trabajar.  Le dio el medicamento a su niño y le dio un beso en el cabello con una sonrisa, cuando se iba a sentar Jungkook lo tomó de la cintura y lo puso sobre sus piernas sorprendiendo a todos.

-Les tengo una linda sorpresa–Anunció Jungkook emocionado.

-¿Una sorpresa para nosotros?–Preguntó MinGuk.

-Si cariño, para ti, para tu hermana y por supuesto que para el hombre más lindo del mundo–Jungkook besó la mejilla de Jimin haciendolo sonreir.

-¿Que sorpresa es?–Preguntó Chae emocionada.

-Vámonos y les muestro... Sé que les gustara o bueno... Eso espero...

El costo del amor 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora