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La vida de todos ya habia vuelto a la normalidad, Jihyun si se había quedado unos días en la casa de su cuñado pero al tener obligaciones en Seúl debía viajar de manera seguida hacia allá impidiendo que muchas noches durmiera en la habitación de los niños en un colchón que Lisa le había prestado a Jimin.

Ahora Jimin como había vuelto a trabajar de noche iba saliendo del restaurante, estaba cansado por que se la pasó toda la noche sentado tocando piano mientras cantaba, y aún que no se quejaba por que eso le gustaba si se sentía cansado.

Sorpresa fue que una camioneta negra se detuvo delante de él sorprendiendolo. Iba a gritar cuando la puerta se abrió pero el rostro sonriente de su marido lo detuvo de hacer eso.

-¿Que haces aquí?–Lo regañó Jimin en voz baja.

-Quería verte... No me bastaba escuchar tu hermosa voz en las llamadas–Jungkook rio suave.

Jimin negó levemente y optó por reír suave, su marido le extendió la mano y la tomó para subirse a la camioneta para sentarse al lado de él, la puerta fue cerrada y quedaron solos.

-Estas loco...

-Si pero de amor por ti–Jungkook sonrió y se lanzó sobre su marido para darle un beso. -Te extrañé mucho, ¿no me extrañaste?.

Jimin le acarició la mejilla con cariño y se le acercó iniciando un suave beso, Jungkook pasó una mano por la cintura de su esposo y la otra la puso en su cuello profundizando más el beso que ambos habían estado necesitando desde que el mayor había vuelto a Busan.

-¿Crees que te extrañé?–Preguntó Jimin en un susurro y lo hizo reír.

-Creo que aún no lo sé... Dame más de tu respuesta...

Con una sonrisa ambos volvieron a besarse, los hombres que los cuidaban estaban en la parte delantera esperando alguna orden de su jefe para ver a donde irían, así que la camioneta estaba detenida detrás del restaurante con las luces apagadas para no llamar tanto la atención.

Jimin separó a Jungkook pero se siguieron dándose besitos hasta que el mayor se recostó en el pecho de su amado.

-Dios... Enserio te necesitaba asi–Susurró Jungkook con una sonrisa mientras abrazaba con fuerza a su marido.

-Yo también pero no crees que te arriesgaste en venir?–Preguntó Jimin ahora un tanto preocupado.

-Solo Yoongi y Jihyun saben que vine a verte, hicimos muchas cosas para escapar de los periodistas que estaban frente a la casa..

-¿Frente a la casa?–Preguntó Jimin y se reincorporó. -¿Cómo hicieron para entrar en el conjunto?.

-Pues eso mismo le preguntamos a la seguridad, ellos dijeron que no se habían dado cuenta y que esa gente se metió sin permiso... Ellos querían saber que estaba haciendo con mis obligadas vacaciones–Explicó Jungkook sin mucho interés.

-Lo sé, eso de que no estés subiendo contenido a tus redes llama la atención de todos–Jimin suspiró. -Kookie debes subir algo al menos para calmar a todos... Me preocupa que se den cuenta de todo antes de tiempo...

-Amor no te preocupes, pronto estaré mucho mejor y buscaremos un periodista de confianza para sacar todo a la luz... Ya quiero vivir contigo y los niños–Jungkook le dio besitos en los labios y sonrió emocionado.

-Kookie... Iremos contigo, pero...

-Lo sé, prometo no esconderlos mas, ya me habló la empresa y pues les dije que si ellos me apoyaban en sacar mi matrimonio al público firmaría con ellos otra vez...

-¿Y que te dijeron?–El corazoncito de Jimin se aceleró de repente.

-Qué lo iban a pensar, que debían hablar con los de la junta directiva y no sé qué más... En todo caso les dije que si la respuesta era un no, que ni siquiera llamaran, no me importa...

Jimin le acarició la mejilla y suspiró... Por él y los niños se podía ir al abismo la carrera de su esposo y no quería cargar con esa culpa.

-Amor dame la dirección de tu casa para ir hacia allá... Los niños deben esperarte...

-Ellos ya están dormidos–Jimin le dio un besito a su marido y asintió.

Jungkook tocó el vidrio que estaba detrás suyo y el chófer lo bajó, recibió la dirección por parte de Jimin y el hombre lo puso en el GPS del auto para empezar a conducir, el vidrio fue subido otra vez dándole la privacidad que necesitaban ambos esposos para darse el amor que se merecían.

En todo el camino solo se la pasaron dándose cariñitos y cortos besos, parecían dos adolescentes que recién se habían juntado, las palabras seguían siendo dulces y tiernas así que la verdad ninguno había cambiado en el fondo. Aún había mucho del amor inocente y fuerte con el que iniciaron su relación en la juventud.

-¿No pensaras subir?–Preguntó Jimin cuando el auto se detuvo detrás del edificio.

-¿Por qué no?–Jungkook le tomó la mano y se la empezó a besar. -Quiero ver a los niños... Quiero estar más contigo...

-Kookie, eres un inconsciente...

-¡Amor dejame subir!–Jungkook empezó a hacerle un berrinche a su marido. -¡Amor por favor, déjame subir, quiero ver a mis niños!.

-¡Ya deja el berrinche!–Jimin le dio un golpe en el brazo y rio suave. -¡Eres un tonto!.

-¿Eso es un si mi amor bello?–Preguntó Jungkook dulcemente.

-Si pero primero te cubres bien, si es por ti los niños se levantan a cualquier hora... Además Chae no tiene clases mañana y Gukie entra tarde... Está de buenas señor Jeon...

-Contigo a mi lado la buena suerte siempre está de mi lado... Señor Park eres mi amuleto de buena suerte...

Jimin asintió y le dio un casto beso.

-Ahora cubrete, no quiero que te reconozcan...

Jungkook asintió y del asiento del frente tomó un buzo que tenía capucha, sacó un cubrebocas del bolsillo de su pantalón y se lo puso, Jimin verificó que no se viera nada de su marido y abrió la puerta... El menor dio instrucciones de esperarlo hasta que el les enviara un mensaje y sus empleados asintieron.

Ambos esposos con prudencia entraron al edificio y subieron por las escaleras hasta el departamento donde vivía Jimin... Entre menos gente lo viera mejor y era bueno que fuera tarde así que el peligro era mucho menor.

El costo del amor 2Where stories live. Discover now