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Los semanas pasaron rápidas... poco a poco Jungkook aprendía a cómo ser padre, admitía que todo era más difícil de lo que pensaba pero le gustaba que Jimin lo corrigiera cuando lo necesitaba por que lo hacía con cariño.

Jimin tenía comunicación con toda su familia y eso lo hacía sonreír todos los días.. El embarazo había sido el más tranquilo de sus anteriores así que básicamente todo estaba saliendo muy bien en su vida.

El trabajo no estaba mal y ver que su esposo estaba retomando el cantar era perfecto, Yoongi fue el único que se arriesgo en darle una oportunidad a Jungkook de volver a lo que mejor sabía hacer, ambos estaban consientes que no serían un éxito como antes pero al menos le daría a Jungkook la satisfacción de seguir cantando.

En este momento Jimin terminó de trabajar 20 minutos antes, se sentia cansado y pues Moon Bin lo había dejado salir así que Jimin llamó a su esposo.

—Hola mi amor—Contestó Jungkook la llamada de su esposo.

—Kookie cariño salí antes—

—¿Y eso? ¿Estas bien?—Preguntó Jungkook preocupado.

—Solo un poco cansado, ¿que estas haciendo?—Preguntó Jimin al salir del restaurante por la parte de atrás.

—Estaba componiendo, sabes? Iré por ti y no te preocupes que no iré solo—Jungkook sonrió cuando escuchó la risita de su marido.

—Me gusta la idea, además podemos caminar un poco, nos besaremos bajo la luz de la luna, abrazados y quién sabe que pueda pasar después—Dijo Jimin en un tono suave y seductor mientras vigilaba que no viniera nadie.

—¿Te he dicho que te has vuelto más ardiente de lo normal?—Preguntó Jungkook con algo de burla.

—¡No es mi culpa, es de las hormonas!—Le dijo Jimin riendo. —Te espero detrás del restaurante...

—Sabes que no me gusta que esperes ahí, ve a la panadería del frente y esperame cariño—

—Solo apurate, te amo—

—Ire rápido, te amo—

—Oh y no salgas sin revisar a los niños, también cubrete bien, te espero—

Jimin cortó la llamada y guardó el celular en su bolso, suspiró y cerró su abrigo recostado a la pared... Solo hablar con su marido le hacía sonreir y olvidarse de todo... Tanto que no se dio cuenta de las cuatro personas que entraban al callejón.

-Oye tarado...

Jimin borró su sonrisa y pasó su mirada al dueño de esa voz.

-¿Tu eres la cosa que presume el magnate ese que le mintió a todos?–Preguntó uno de los hombres.

Jimin no dijo nada, ese tono de fastidio y desprecio no le agradaba.

-Saca la foto, veamos si si es ese maricon–El más bajo le habló a su acompañante.

Jimin se dio media vuelta para huir pero el primero que le habló fue más rápido y lo detuvo. Cuando confirmaron que Jimin si era el esposo de Jungkook entre los cuatro lo rodearon.

-No les he hecho nada... No me lástimen–Suplicó Jimin asustado. -Espero un bebé por favor... No me hagan nada...

Los cuatro se rieron divertidos.

-¡No tengas miedo, al fin eres el esposo de un magnate, podrán pagarte una reconstrucción facia!–Le dijo uno de ellos riendo.

Jimin no entendio sólo hasta que recibió su primer golpe en la mejilla, luego llegó otro y otro y otro.. Al caer al suelo patearon su cara y su pecho, en ningún momento tocaron su vientre pero mientras uno le pegaba en la cara, otro le pateaba la espalda, otro le quitaba el bolso para botarlo y el último solo se reia y le pegaba de vez en cuando por donde cayera.

-Vamonos... El maricon ya quedó irreconocible–Comentó uno de ellos y empujó a sus amigos. -Vamonos...

-Espera, que tal y tenga buen dinero–El más alto tomó el bolso de Jimin y vació todo el suelo tomando el poco dinero que había.

Escupieron a Jimin que estaba inconsciente y con la cara llena de sangre y se fueron celebrando lo hecho. Salieron del callejón y se confundieron con los demás de la concurrida noche siendo olvidados... O al menos por ahora.

No pasó mucho tiempo y Jungkook llegó en la camioneta con los audífonos puestos, pero esta fue detenida de manera abrupta cuando el conductor vio el cuerpo tirado a unos centímetros de la puerta.

Jungkook al ver que el chófer y el guardaespalda se bajaron rápidamente él también lo hizo... Tiró los audífonos al asiento y se acercó al cuerpo.

-Ji.. Ji... Jimin–Dijo Jungkook anodado de verlo así.

El chófer llamó de inmediato a una ambulancia mientras tomaba el pulso de Jimin y trataba de escuchar o sentir algo en el vientre de este... Dio las indicaciones a los del servicio de urgencias y cortaron la llamada.

-Cariño, que te hicieron?–Preguntó Jungkook al lado de él con lágrimas cayendo.

Nadie lo tocó o lo movió solo por que el guardaespalda dijo que sería peligroso hacerlo... Los del restaurante vieron pasar la ambulancia por el frente sin saber que el hombre que les había alegrado la noche estaba inconsciente tirado en el pavimento.

La ambulancia llegó más rápido de lo esperado, con cuidado subieron a Jimin a una camilla y le fueron tomando los signos vitales a él y al bebé... Jungkook se subió a la ambulancia y los otros dos los siguieron en la camioneta.

-Oxígeno–Pidió un paramédico rápidamente. -Llama al hospital y di que llevamos un gestante con múltiples traumas en rostro, cabeza y pecho–Ordenó el paramédico y su compañero obedecío.

-Vas a estar bien mi amor–Jungkook le apretó la mano y rompió en llanto llamando la atención de los paramédicos. -¡Debes estar cariño, los niños te esperan en casa!.

La situación era difícil... Jimin no sólo podía perder la vida.. El bebé en camino también y eso solo sería una profunda herida en el corazón de Jungkook.

El costo del amor 2Where stories live. Discover now