El patito feo: Origen

9 - Finde de desfase

Una cuqui y enorme casa/cabaña, más imponente que la de Malfoy con vistas a la playa. Greenpeace ha dejado pancartas como protesta por construir esa aberración tan cerca de la línea del mar. Como poco, ilegal, pero caracono es rica, y los ricos siempre tienen suerte y una cantidad indecente de dinero con el que pagar una ristra de abogados, encargados de hacer trampas, sobornar, manipular y usar como papel del culo las leyes ambientales.

La emoción de la fea es palpable en su extensa sonrisa con palas y en la cara encendida por haber tocado de alcohol el agua con gas.

—Fetén lo del secuestro, pero no tenemos ropa de recambio para asearse y esas cosas… —advierte la empollona, preocupada.

—Eso es lo que pasa cuando dejas el rumbo del plan a estas tres cabezas pensantes.

Ro-Ro pasa por su lado y es amenazado de muerte por la caracono.

—O sea, no pasa nada ¿Ouì? Luego pasamos pog el pueblucho y compgamos lo que necesitéis.

Empiezan a entrar, Theo coge carrerilla, poniéndose el primero, siendo gordi el último en llegar. Cuando están todos dentro, la capitana empieza a presentar la hectárea que tiene por salón.

—A ver, amiguis. Tenemos dos camas de matrimonio y cuatro individuales, o sea, cuatro dormitorios. Anuncio a navegantes que yo tengo mi propia habitación con mi camita de uno ochenta de ancho, el resto os jodéis.

—La otra cama de matrimonio es de tus padres, supongo —añade Ronald, meneándose nervioso y avispado. Mira a todas partes pensando que aquello está repleto de mil objetos de decoración que solo sirven para acumular polvo.

—Sí, pero la podéis usar.

—Go-go, si quieges, ya que tenemos que confgatenizag, podemos usagla los dos.

—¿What? —levanta una ceja, abre los ojos y parpadea fuerte, dándose cuenta de que no es broma.

—Es también de metgo ochenta…

—No me sentiría cómodo durmiendo con una extraña. Yo por las noches ronco como un oso, me tiro cuescos que retumban y gargajeo exabruptos que dan gusto. Ya por las mañanas ni te digo; mal aliento, ganas imprevistas de cagar y una necesidad irrefrenable de rascarme los huevos y el culo.

La pija pone cara de asco e incomodidad. —¡Eks!

—Ay, Ro-Ro, no es para tanto —interviene la feúcha como si tal cosa, mientras la pija intenta retener las arcadas de angustia—. Tus ronquidos no son nada del otro mundo.

—Pero necesito confianza. Imagínate que me acuesto con una modelo tipo muñeca hinchable, y luego me despierto con un esperpento; todo rimmel y carmín corrido. No quiero asustarme.

—¿¡Tú!?, ¿asustagte? —cuestiona con sarcasmo, moviendo el cuello en horizontal—. ¿Geally, Go-go? ¿Geally?

—No me seas machista, Ronnie —espeta la capi—. Una tipa con maquillaje descorrido, mal; pero un cerdo asqueroso y nauseabundo ¿sí? Tsk —chasquea la lengua molesta.

Nott cruza por delante del grupo pareciendo enfadado y espeta. —Dejémonos de tanta gilipollez y vayamos al asunto. —Seguidamente sube las escaleras para ir a las habitaciones

—Bueno, si nadie va a aceptar la cama de matrimonio, para Fleur y para mí —se pronuncia Pansy y luego sube detrás de Nott.

—Nosotros dos en una doble y Hermy solita en la otra —dice Ronald.

—Y Nott, ¿dónde? —pregunta Neville todo bajonero.

Suben y descubren que el chulo se ha agenciado una cama simple y lo ven echado en la cama, fumando.