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Día 5: Dudas / Miedo

El ambiente era tenso, ninguno de los dos quería ceder.

— Sasuke... Por favor, tienes que-

— ¡No!, ¡Olvidalo Naruto!, ¡No! — grito fuertemente.

La pregunta era simple, ¿Cómo habían llegado a esta situación?

La respuesta es más complicada de lo que parece.

Ambos habían iniciado su día de manera normal, al estar en el cuarto mes, las náuseas ya habían desaparecido casi que por completo, así que Sasuke despertaba con mucha más energía.

Desayunaron, para después simplemente disfrutar de su compañía, estarían leyendo, cocinando, trabajando en sus plantas o cualquier cosa que significara estar juntos.

El problema llegó más o menos por el medio día, en ese momento estaban recostados en el sillón, visualizando parte de su futuro, hasta que alguien los interrumpió.

— ¡Naruto!, Tenemos problemas, el Hokage ha solicitado tu presencia — fue la voz de Sai, quien fue el encargado de dar la orden.

Ante la extraña petición, ambos se observaron confundidos, pues nunca nombraron a Sasuke, aun así, decidió ir, lo que sea que dijeran, estaría ahí para escucharlo.

— Naruto, Sasuke...

Kakashi lo temía y era exactamente por eso que no dio la orden de nombrar al azabache, pero era obvio que estarían pegados.

— Necesito solo a Naruto, Sasuke, tendrás que esperar afuera — hablo seriamente, dando a relucir que no estaba en discusión.

— Ni hablar — Sasuke había usado el mismo tono.

A Kakashi no le quedó más que pedírselo a Naruto, quien entendía el problema.

Se acercó a Sasuke para poder hablar con él.

— Mi amor, tendrás que esperar afuera — le hablo directamente, teniendo una conversación que solo escucharan entre sí.

— Ni hablar Naruto, lo que sea que tenga que decir lo escucharemos ambos, no puede ser que no me deje.

— Lo sé Sasu, pero si Kakashi dice que solo es para mí, tendremos que hacerle caso, te prometo que te lo contaré todo, pero danos el tiempo.

— Pero, no es justo, no...

— Por favor, hazlo por mí — susurro tranquilo.

El azabache no tuvo más opción que aceptar, Sai lo acompaño hasta afuera.

— Deberías de hacer caso Sasuke, si te alteras mucho, no llegaremos a nada — dijo alzando los hombros.

— Cállate, esto no es de tu incumbencia — le hablo frustrado, mientras se tocaba por inercia su vientre, esto le estaba dando mala espina.

Sai noto la acción, por lo que hablo sin ninguna duda.

— Alterarte le puede hacer daño al bebé.

El Uchiha abrió los ojos.

— ¿A qué te refieres? — siseo molestó.

— No creas que no sé que están esperando un bebé — hablo tranquilo — No es muy difícil detectarlo, se nota.

Sasuke iba a reclamarle ser tan grosero, pero el sonido de la puerta lo detuvo.

— Naruto, ¿Qué pasó? — pregunto preocupado.

— No es nada grave, te cuento en casa, vamos — dijo guiándolo hacia la salida.

Shikamaru salió para hablar con Sai, aún tenían cosas que planear.

— Esto será peligroso, me preocupa Sasuke — nombró Sai.

— Me preocupan los tres — término de decir el pelipiña para después entrar a hablar con el Hokage.

Sasuke quería saber de qué hablaron, y se lo expresó durante todo el camino.

— Naruto, es la última vez que te lo digo, o me lo dices o...

— Siéntate por favor — pidió.

El azabache obedeció la orden, sentía que tenía que hacerlo.

Naruto se sentó de frente para poder hablarlo directamente.

— Kakashi-sensei, me dijo que no te lo dijera, porque si te alteras o te preocupas de más puede afectar al bebé, pero no puedo mentirte, y estoy consiente que si te llegas a enterar después va a ser peor aunque sería difícil ocultarlo también...

— Ve al grano Naruto — grito, todo lo estaba poniendo nervioso.

— Bien, hay un problema, un malo, atacaron la aldea de la arena, no ocurrió nada muy grave, pero está persona es fuerte y está amenazando con atacar más, incluyendo la hoja, hay una misión, es eso para lo que me llamaron, tendré que ir a una misión.

— Tendremos querrás decir — corrigió de inmediato.

— No, tengo que ir, sin ti.

— Estás bromeando, ¿Verdad? — pregunto asustado.

— No, nunca bromearía con eso, la misión es para mí.

— ¡Me niego! — se levantó de golpe — No dejaré que eso pase, yo soy muy fuerte, soy igual de fuerte que tú, ¿Crees que no podré con un simple malo?

— Yo nunca dije eso, eres muy fuerte, lo eres, pero no estás en condiciones, no puedes gastar chakra de ese modo.

— No me importa, pero no dejaré que vayas solo, olvídalo.

— No iré solo, iré con un equipo, Sai, estará ahí junto al equipo ANBU, no estaré solo.

— Es lo mismo, ¿Crees que esos incompetentes podrán hacer algo?, Nadie es tan fuerte cómo tú o como yo, o vas conmigo o... O no vas — grito, antes de que una pequeña punzada en la cabeza lo atacará — Ahg, mi cabeza — se quejó.

— Sasuke... Por favor, tienes que-

— ¡No!, ¡Olvidalo Naruto!, ¡No! — grito fuertemente.

No pudo evitar que sus ojos se cristalizaran, si era más sentimental por el embarazo, pero no engañaría a nadie, estaba hablando del amor de su vida.

— Naruto, por favor, si te pasa algo, y yo no estoy ahí, jamás me lo perdonaría, no dejaré que te arriesgues de ese modo, no...

Logro terminar antes de que sus lágrimas salieran por completo, rindiéndose ante el sentimiento.

— Sasu... — el rubio llego para abrazarlo, él no estaba contento con la decisión, por supuesto que prefería mil veces quedarse y estar con su esposo, pero lo necesitaban, la persona era fuerte Naruto era el único que podía detenerlo, estaba en juego la vida de toda la aldea incluyendo a Sasuke y a su propio hijo.

— Naruto... No te vayas por favor... No me dejes... Me da miedo...

Su corazón se rompía cada vez más con esas palabras, su Sasuke estaba sufriendo por su culpa, eso no se lo perdonaría.

— Te juro mi amor, que volveré lo más pronto posible, no me tardaré mucho, estaré contigo en menos de lo que esperas, porque te amo, los amo, y mi amor es más fuerte que cualquier persona estúpida que quiera hacerles daño.

— Te necesito con vida, usuratonkachi — respondió entre susurros — Prometelo.

— Lo prometo.

Naruto partió ese mismo día en la tarde, todo saldría bien, porque Naruto jamás rompe una promesa.