Día 20: Pañal

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Sasuke despertó temprano en la mañana, aún cansado, pues tampoco es que haya dormido muy bien.

Inmediatamente, volteo hacia el sillón, en dónde debería estar su Naruto, para luego ver la cuna que estaba a su lado.

Naruto no estaba, pero el bebé si, eso lo tranquilizó, aunque no el hecho de que su esposo no estuviera con él.

La puerta sonó dos veces y luego se abrió, entrando Naruto.

— ¡Sasuke! — reaccionó el rubio — Perdón, ¿Esperaste mucho?, No quise despertarte, sé que estás cansado — se acercó con cuidado, y le dio su beso de buenos días.

— Desperté hace unos momentos.

— Qué bueno, te traje el desayuno, aunque todavía es temprano, podemos esperar un rato.

— No, está bien.

Naruto le sonrió amorosamente mientras le pasaba la bandeja con el desayuno.

— ¿No vas a comer? — pregunto curioso.

El rubio negó acercándose a la cuna.

— Aún es temprano para mí, además uno de los dos tiene que estar disponible para el bebé, por cualquier cosa.

El azabache se quedó mirando expectante a su rubio, quien noto la mirada curiosa en él.

— ¿Qué pasa mi amor?, ¿Tienes algo que decirme? — pregunto con su sonrisa.

— Te ves muy diferente Naruto, casi pienso que maduraste en el tiempo en el que el bebé nació.

— ¿Eso crees? — rio un poco — No lo creo, sigo siendo el mismo, solo que estos momentos son delicados y quiero que todo esté bien, para ti y para el bebé, ttebayo — remarcó la última palabra.

— Ya veo, veo que eres un padre responsable después de todo — sonrió contento.

— Lo sé, lo sé, trato de hacer lo mejor que puedo, cualquier cosa que necesites, que necesiten — corrigió — Trataré de hacerlo lo mejor posible.

— Que bien — hablo Sasuke — Porque te toca cambiarle el pañal al bebé — miro arrogante.

— ¿Eh?, ¡Sasuke! — grito dramáticamente, haciendo que el bebé empezará a llorar.

— Naruto, lo espantas, solo cámbiale el pañal es todo.

— Si, si, ya.

Con cuidado empezó a tratar de cambiarlo, llevando todo lo necesario y calmando al bebé con su juguete.

No es que fuera una persona sensible, no lo era, pero tampoco va a decir que cambiar popo de un bebé era su pasatiempo favorito.

Con algo de asco mal disimulado, termino de volverle a colocar el pañal, completamente limpio, mientras tiraba el objeto tóxico en un cubo de objetos tóxicos.

Sasuke veía todo entretenido, a pesar de que estaba comiendo, Naruto estaba lo suficientemente lejos para que él no viera con claridad la escena.

— Muy gracioso Sasuke, pero la próxima te toca a ti.

— Está bien, una tú y una yo.

Aunque la verdad era el rubio quien terminaba de cambiarlos mayormente, no porque Sasuke no pudiera, más bien porque estaba cansado, durmiendo o simplemente no quería hacerlo, Naruto no tenía problema en complacer cualquier cosa que su adorado esposo quisiera.

De igual forma, si podía supervisaba todo, para él lo que era más importante es que lo hiciera bien, nada malo le pasaría a su hijo bajo su guardia.

Tsunade llegó al medio día y los dio de alta, dándoles nuevamente esas sin fin de indicaciones y decirles que cualquier cosa es al hospital al que deben de asistir inmediatamente.

— Por fin, en casa, ttebayo — grito al entrar a su amada casa.

— No grites tanto dobe.

— Perdón, mi amor, oh...

— ¿Qué pasa? — pregunto confundido al notar el cambio repentino de emoción.

— Quería decirte que nos bañamos juntos, pero alguien tienen que cuidar al pequeño — hablo dramático — Sasuke, no nos podremos bañar juntos.

— Ni modo, cuídalo, yo me meto primero.

Igual se bañaría lo más rápido posible, eso de estar lejos de su bebé, no le agradaba mucho.

— Bien bebé, acomodemos todas las cosas — hablo el rubio, mientras sacaba los pañales y los pañales y los pañales y los pañales y los...

¿Por qué tantos pañales?

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