Family

Día 8: Estrías

Para Sasuke todo en el embarazo era nuevo, bueno, por lo menos las sensaciones, o más bien verlo en vivo y en directo.

En su curso de primerizos, le enseñaron las cosas más básicas, los síntomas normales, como las náuseas, los antojos, los cambios de humor, entre muchos otros.

Les enseñaron los cambios físicos más normales y notorios, como el hecho de que subes de peso, te empieza a doler la espalda, te duelen los pies, puede ser el sueño recurrente y muchas otras.

Conforme pasaba el embarazo, experimento todas esas cosas, era algo extraño, si, pero más bien diferente.

La primera vez que se quedó dormido muchísimo más que su hora habitual, o la vez en que se le antojó el ramen, que de hecho aún mantiene el gusto, solo que no tanto como cierta persona.

Todas esas vivencias le resultaron fáciles de manejar, sin contar sus pequeños dramas.

Y ahora se estaba enfrentando a algo nuevo, algo que estaba deseando no pasará.

Era simple, conforme su bebé crecía, él también lo hacía, su piel se estiró cada vez más, formando algo a lo que le llaman estrías.

No muy grandes y no muy llamativas, solamente pequeñas líneas rojizas, que se veían en el abdomen bajo.

— Naruto... — hablo mientras se cubrió con la toalla antes de entrar al baño.

— ¿Qué pasa? — pregunto ya dentro de la tina.

Debido a los acontecimientos de la misión anterior, y algunas otras que vivieron después, no había tanto tiempo juntos, de manera íntima, pues básicamente se la pasan uno al lado del otro.

— No, no es nada — desistió al ver al rubio confundido.

— Entra a la tina, el agua ya está caliente, pero no tanto, y tampoco está tibia al grado de estar fría, está exactamente como te gusta — sonrió en grande.

Sasuke se limitó a asentir y se quedó parado.

Naruto lo miro aún más confundido, algo se traía el azabache entre manos, pero no sabía si era bueno o malo.

— ¿Vas a entrar? — pregunto.

— Ah, si — se quitó la toalla y entro en la tina, tenía razón, el agua estaba perfecta.

Pasaron un rato relajándose en el agua caliente, con la espuma y el aroma de los jabones, que por cierto a Sasuke le encantaba.

Sauske casi se durmió entre tanta tranquilidad y a Naruto no pudo parecerle más adorable.

Salieron de la tina después de un rato más, con sus toallas, aunque vivían solos, pero era raro andar desnudos por la casa, o por lo menos estando mojados.

— ¿Estás bien? — pregunto el rubio después de un silencio algo prolongado, mientras se cambiaban a una ropa más cómoda.

— ¿Crees que se quiten? — se atrevió a preguntar.

— ¿Cuál?

— Pues esto — señaló con sus manos la zona.

— No lo sé, habrá que preguntarle a Oba-chan, pero yo pienso que sí es posible.

A Sasuke no le convenció esa respuesta.

— ¿Por qué? — pregunto Naruto.

— Pues porque no me gustan, se ven algo raras, no sé.

— Bueno, a mí si me gustan — hablo tranquilo.

— ¿Te gustan?

— Si, a mí se me hacen lindas, son como pequeñas líneas rosas, en realidad casi ni se notan, yo lo hago porque te veo desnudo, pero las demás personas nunca lo notarán, si es lo que te preocupa.

— Sabes que no me importa la opinión de las demás personas.

— Lo sé, solo decía, como un recordatorio.

— Dios tienes razón, no lo van a notar.

Naruto rio ante su reacción, su Sasuke es tan especial, pero hay veces en que tanto tiempo juntos, le ha dado la habilidad de entenderlo.

— Sabes que no tienen nada de malo, ¿Verdad?

— Lo sé, es solo que es algo nuevo, y pues, me preocupo.

— Está bien, pero no me molestan, y a ti tampoco te molestan las mías — le sonrió orgulloso.

— Usuratonkachi, eso no siquiera se nota.

— Tampoco las que tú tienes, ¿O no?

— Dobe, ni creas que me vas a dar una lección de vida, yo tengo muy en claro mis prioridades — agrego acusador.

— Si, si, lo sé — agrego dándole un dulce beso — Sasuke siempre tiene la razón.

El azabache asintió, complacido, espera, ¿Estaba siendo manipulado?

— Y esto, es hermoso — añadió antes de besar las tan problemáticas estrías.

Bueno, eso no importaba, ahora solo quería seguir con el juego.