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Día 22: Hormonas

Sasuke jamás se sintió tan confundido hasta ese momento.

Cuando despertó temprano en la mañana, algo se sintió diferente, tal vez era la vibra de la habitación, o tal vez era otra cosa.

No sabía que es lo que le ocurría, pero tenía unas extrañas ganas de llorar, su pecho se oprimía y había un nudo en su garganta, decidió ignorarlo, no le beneficiaba en nada pensar en ello.

Igual ya llevaba algunos días, sintiéndose extraño, pero seguramente no era nada, era lógico creer que estaba algo abrumado por el nacimiento de su primer hijo, sí, era eso.

— Buenos días a la persona más hermosa en este mundo — escuchó la encantadora voz de Naruto, quien estaba entrando por la puerta.

— Buenos días Naru — intento sonreír, aunque no salió muy bien, lo bueno es que el rubio estaba algo distraído con las cosas del bebé, por lo que no se dio cuenta.

— Supongo que iré a preparar el almuerzo — hablo mientras se paraba lentamente.

— Ten cuidado mi amor, no te preocupes, yo lo haré — habló rápidamente y salió de la habitación.

Sasuke solo se quedó mirando, pero estaba bien, así podía distraerse un rato, con delicadeza tomo a su niño en brazos y empezó arrullarlo.

Cuando paso un rato, Naruto volvió con el almuerzo, así que dejo al bebé en la cuna.

— Sasuke, ya no hay despensa, olvidamos comprar suficiente para la semana — hablo bebiendo su jugo.

— Considero que justo debió acabarse hoy, debes ir a comprar más, o nos quedaremos sin comida.

— Si, yo voy.

El azabache asintió aún tratando de comer con ese nudo en la garganta.

El rubio salió por las compras, así que no le quedó de otra más que sumergirse en sus extrañas emociones.

Se sentía triste, pero no iba a llorar, ¿Por qué iba a llorar?

Salió de la habitación y camino un rato, no funcionó, volvió a la habitación, tampoco dio resultado, cuando sus ojos se empezaron a cristalizar se encerró en el baño.

Naruto llego en ese momento, pero no notó nada raro, no hasta que Sasuke lo llamo al baño.

Sasuke iba a decirle lo raro que se sentía, de seguro podría ayudarlo, al ver que se tardaba, trato de ser más insistente, pero no salió hasta que escucho un estruendo en la cocina seguido de un golpe seco, entonces salió hacia la cocina.

Al llegar vio a Naruto inconsciente y todas las cosas tiradas, en ese momento sus lágrimas salieron, llamando a su esposo y al ver que no respondía entonces llamo a Sakura, algo podría hacer.

Sakura no tardó más de 10 minutos en llegar, pero para el pobre del Uchiha fue una eternidad.

Tuvo que ir a checar a su bebé, cuando volvió a la habitación su rubio estaba despierto, no aguanto más y se abrazó a él mientras liberaba sus lágrimas.

Y ahora ahí estaba, abrazando a su esposo sin poder dejar de llorar.

— Mi amor, Sasu, ¿Qué tienes?, ¿Qué pasa?, ¿Te duele algo? — preguntaba preocupado.

El azabache solo negaba, pero sin dejar de llorar.

— Cariño, ¿Me asustas?, Llorar está bien, pero no podré ayudarte si no me dices por qué lo haces.

— No lo sé... no sé por qué lloro..., Pero no puedo dejar de hacerlo — agrego confundido por sus propias lágrimas.

— Tranquilo, Oba-chan menciono que era posible que tus hormonas se dispararán, debe de ser eso, ¿Seguro que no te duele nada?

— No, no me duele, solo... Solo son las ganas de llorar.

— Bien, entonces solo me queda consolarte, no te preocupes, soy bueno en eso.

Con cuidado se acostaron en la cama, el rubio abrazando a su amado esposo.

— Sabes he estado pensando en buscar a alguien que nos ayude, somos muy buenos, pero otra persona que nos ayude, eso sería bueno, ¿No lo crees?

— Supongo.

— Genial, hay que pensarlo mañana, por ahora hay que descansar, estamos muy agotados, cualquier cosa estoy para ti, así como tú estás para mí, te amo demasiado Sasuke, estamos juntos en esto.

Estar junto a su rubio, era suficiente para que cualquier cosa mala pasará a segundo plano.

— Te amo.

— Y yo a ti mi amor, y yo a ti, eso jamás estará en duda.

Pocos minutos después, ambos quedaron completamente dormidos.