Día 6: Síndrome de Couvade

1.6K 157 8
                                    

Justo como le había dicho a Sasuke, la misión no sería larga, tardaría una, o dos semanas como máximo, igual no se permitiría tardar más, lo más importante era estar con Sasuke.

— Naruto la misión será algo complicada espero que estés concentrado — hablo Sai algo preocupado.

— ¿Eh? — respondió confundido.

— Ay, recuerda, Sasuke estará bien, Sakura estará con él todo el tiempo, necesito que estés concentrado, ¿De acuerdo?

— Si, esto es importante, lo sé.

— Muy bien, entonces démonos prisa.

A pesar de que ya existía un transporte mucho más fácil que el correr entre árboles, tenían que ir así, para una no ser detectados tan fácilmente, y dos se estaban metiendo en terreno desconocido.

Entre paradas y camino, pasaron unos días, sin tener una respuesta clara.

Naruto trataba de concentrarse todo lo que podía, pero la imagen de su Sasuke estaba presente todo el tiempo, solo quería volver a verlo.

Ahora que llevaban varios días corriendo, se sentía sumamente cansado, tal vez más de lo que debería, esto no debería de afectarle.

— Naruto, tienes que aumentar la velocidad, vas demasiado lento — la voz de Sai lo saco de sus pensamientos, solo que no aceleró, más bien se detuvo.

— ¡Naruto-sama! — grito un ANBU, al ver al rubio detenerse y tartar de agarrarse de una rama para no perder el equilibrio.

— Naruto, ¿Qué sucede? — Sai se había acercado a él.

— No lo sé... Todo, todo me da vueltas — término de decir antes de que todo se pusiera borroso y posteriormente completamente negro.

— ¡Naruto! — logro agarrarlo, antes de que cayera al suelo.

El rubio había caído inconsciente.

— Tsk, tendremos que esperar.

— Comandante Sai, hay una aldea muy cerca, tal vez deberíamos acercarnos un poco.

— Está bien, por el momento iremos a la aldea, manténganse alerta — ordenó.

Todos los demás ninjas asintieron, y llevaron al rubio con cuidado.

En la casa Uchiha-Uzumaki las cosas estaban un poco más relajadas.

— Sasuke-kun, lamento mucho lo que está pasando, estoy consiente que no te agrada tanto mi presencia.

— Pues deduces bien Sakura, igual estoy consiente que tienes que estar aquí.

— Tsunade-sama me contó tu condición, que estás esperando un bebé...

— Desde hace 4 meses Sakura, te enteras rápido de las cosas.

— Entiendo, solo estaré aquí para ayudarte en lo que necesites.

— Si, te lo agradezco.

La pelirrosa le sonrió, tal vez el tiempo con Sasuke no sería tan malo.

— Oye, Sakura... No, olvidalo.

— ¿Qué pasó?, Cualquier pregunta que tengas, yo estoy aquí para hacerlo, para ser de ayuda.

— Mm... Las personas embarazadas tienen síntomas normales de un embarazo, pero... ¿Las parejas pueden tenerlos también? — pregunto directo.

— ¿Las parejas?

— Si, por ejemplo, si yo, o cualquier persona embarazada tiene náuseas, su pareja sea hombre o mujer, ¿Puede tener náuseas también?

— Ah, ya se a lo que te refieres, sí, es posible, no ocurre en todos los casos, pero puede llegar a ocurrir, ¿Por qué la pregunta?

— Solo es que Naruto, de repente lo sentí raro, pero bueno, puede ser cualquier cosa.

Sasuke solo veía raro el hecho de que su rubio, justo en esta etapa del embarazo, empezara a comer más tomates por ejemplo, ya que nunca ha sido de sus cosas favoritas, o que le den alguno que otro mareo, era algo curioso.

Del otro lado, las cosas pasaban de manera diferente, los ANBU planeaban cosas mientras que Sai vigilaba al que es parte importante de la misión, Naruto.

— Intenta con ramen eso siempre funciona — hablo un ninja.

No era tan mala idea, mando a buscar un tazón de ramen en la aldea que tenían cerca.

Cuando lo tuvo en sus manos, solo lo coloco junto al rubio y espero la magia.

El rubio despertó, si, pero no de la manera en la que esperaban.

— Quiten eso — hablo mientras se tapaba la nariz, se sentía mareado y el olor fuerte a ramen no ayudaba.

— Naruto, ¿Todo en orden? — pregunto realmente confundido.

— Lo estaría si quitan eso, huele demasiado — se quejó asqueado.

Sai pensó que no era su Naruto, tal vez lo habían emboscado y ahora tenían uno falso.

Con delicadeza agarro su pincel y dibujo unas serpientes las cuales atraparon al rubio, amarrándolo a un árbol.

— No sé quién eres, pero no te saldrás con la tuya — hablo amenazante.

— ¿Qué te pasa Sai?, Suéltame, me estás lastimando — dijo mientras se retorcía entre la tinta.

— No creo que seas Naruto, no te dejaré libre.

— ¿Qué?, No seas ridículo, suéltame, estamos en una misión Sai, no tengo tiempo para tus juegos.

— Si realmente eres Naruto, libérate solo, el no tendría problema en hacerlo.

El rubio lo miro con los ojos rojos, las pupilas rasgadas con un aura de chakra naranja basto para sacar volando a todos.

— Si es Naruto — hablo un ANBU desde el piso.

La misión continuó a pesar de todos los obstáculos que se encontraron en el camino, y no eran ninjas enemigos, no, era solo Naruto.

Entre sus mareos, náuseas y que se tenía que parar a vomitar cada 5 árboles, las cosas iban mal.

— Naruto, esto ya no es normal, tú no estás embarazado, deja de actuar como uno.

— ¿Parezco un embarazado? — pregunto asustado — Perdón Sai, pero no me puedo concentrar, entre los síntomas raros, y el hecho de que deje a Sasuke solo, no puedo hacerlo.

— Escucha Naruto, estamos peleando para salvar la vida de muchas personas, entre ellas Sasuke y tu hijo, controla tu mente, que esta batalla la tenemos que ganar.

Naruto asintió, no podía darse el lujo de fallar, no cuando la vida de tantas personas se podía poner a juego.

Sabía que si Sasuke estuviera ahí, lo golpearía por ser tan dobe, luego lo besaría y le diría lo que quiere escuchar, porque es su usuratonkachi.

Las extrañas conductas persistieron, pero sin duda Naruto sabía lo que era más importante.

El enemigo dijo que lo que más quería era el Sharingan del único Uchiha superviviente, y solo eso basto para que su muerte se sellará.

Cuando regreso con Sasuke, esas conductas disminuyeron a cosas muy sutiles, lo importante es que ya se encontraba en casa, con su pareja, su bebé y con todo lo que lo hace feliz.

Familyजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें