Día 21: Postparto

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En el primer día, en casa, no se notó una gran diferencia, el bebé estuvo mayormente dormido y Sasuke también, Naruto se la paso vigilando que ambos estuvieran bien.

Sin embargo, el silencio y la tranquilidad, duraron poco tiempo, el pequeño, aunque era bastante calmado, no dejaba de ser un bebé, que necesita atención y que solo puede pedirla con llantos.

Sasuke no deja de ser un padre preocupado por su hijo, tal vez un poco exagerado y algo regañón.

Y Naruto no deja de ser un padre primerizo tratando de tranquilizar a un adulto y a un bebé.

Naruto regreso de la tienda apresurado, pues tuvo que comprar varias cosas que hacían falta en la casa, le compraron todo a su bebé, pero olvidaron que ellos también necesitan cosas.

Puso la bolsa en su mesa y empezó a sacar las cosas, tratando de acomodarlas en la alacena, no debía tener desastres en la cocina.

— ¡Naruto! — grito Sasuke desde el baño.

El nombrado se asustó y casi tira las latas de comida.

— ¿Qué pasó? — grito ahora él.

— Ven, te necesito — grito de vuelta.

Naruto volteo para ir a buscarlo, antes de que otra cosa lo distrajera.

El teléfono de casa sonó y no tuvo más opción que contestar.

— Hola, ¿Si?

- Naruto, necesito que vengas a la torre cuando puedas, tienes que presentar tu examen.

— ¿Examen?, ¿Qué examen?

— ¡Naruto! — escuchó el grito de Sasuke.

— Ya voy.

- Tu examen de conocimientos, para lo de ser Hokage, ¿No te acuerdas?

— Ah, si, yo...

— ¡Te estoy esperando!

— Ah...

— Buaaaap — se escuchó el llanto del bebé.

— Oh, no, espera...

Cuando se quitó, olvidó que estaba sirviendo de soporte para las cosas que compro, por qué empezaron a caerse.

Solo escucho como las cosas caían al piso, haciendo ruidos fuertes.

El sonido de la habitación se perdió para él, todo eran voces.

— ¡Naruto!

- ¿Naruto estás ahí?

— Buaaaaaaa

Todo era tan sofocante, todo empezó a girar y a perder el color, hasta que finalmente se volvió negro.

....

Cuando intento recuperarse, noto que estaba en un vacío, no había sonidos o siquiera algo por un largo rato.

Hasta que, de la nada, empezó a escuchar una voz algo lejana, decía su nombre, pero no lograba reconocer quién lo llamaba.

Igual tal vez no era tan importante, o quien sabe, ¿Dónde estaba la última vez?, Con Sas... Con Sasuke.

— ¡Sasuke! — grito y se levantó de golpe — Auch — no debería de pararse de esa manera.

— Naruto, por fin, despiertas.

Esa voz no era de su Sasuke.

— Sakura-chan...

— Si, hola.

— Naruto — llegó rápidamente el azabache, para poder abrazarlo — Estás bien.

— Todo bien mi amor, no te preocupes — dijo besando su cabeza — ¿Está todo bien Sakura?, ¿Qué me pasó?

La pelirrosa lo miro analíticamente.

— Que te digo, colapsaste.

— ¿Colapse?

— Sí, estuve analizando la situación, cuando llegue, Sasuke estaba llorando a tu lado, las cosas del supermercado estaban en el piso, y el teléfono estaba en llamada, no sabes qué pasó, ¿O si?

— Pues no, solo recuerdo que estaba muy sofocado, es como si no pudiera respirar y luego todo es negro.

— Sí, es simple, fue demasiado para ti.

— ¿Demasiado?

— ¿Cuánto fue la última vez que dormiste?, Esta semana — aclaro lo último.

— Pues el lunes, ¿No?, Cuando llegamos a la casa, tiene, fue antier... O ayer...

— Fue hace cuatro días, eso quiere decir que no has dormido en cuatro días seguidos.

— ¿Qué?

— Perdón Naruto, es mi culpa, te pedí muchas cosas y no me di cuenta de que estabas cansado, lo siento mucho — sollozó el azabache en su pecho.

El rubio ignoró, por el momento, el extraño comportamiento de su adorable esposo.

— Tú dices que...

— Debes descansar, o buscar ayuda, cualquier cosa — sentencio antes de salir de la casa, era indispensable en el hospital y solo había salido de ahí, porque una llamada de Sasuke llorando, era grave.

— ¿Buscar ayuda? — se preguntó antes de ver cómo su Sasuke seguía llorando desconsoladamente — Ya, ya mi amor, buscaremos ayuda...

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