Capítulo 36

65 5 8
                                    

—No quiero comer eso

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—No quiero comer eso.—Miro al guardia que puso la comida en el suelo.

—Lastima que no tengas otra opción.—La chica lloriquea y me altera a sobre medida.

Miro la carne y entiendo el motivo del porque no quiere comer, pero si no come será castigada y estoy segura de que no lo desea. El soldado se va y cierra la puerta.

—Te aconsejo que lo comas... No es tan malo.—Hablo por primera vez desde que la chica llego.

Las demás chicas en la habitación no dicen nada, cada una está en su respectivo puesto.

—¡Pero sabe mal!—Su grito hace que las chicas se sobresalten.

—Deja de gritar, te van a castigar.—Le reprendo.

Comienza a llorar de manera exagerada y no pasa mucho para que el guardia vuelva a entrar.

—Parece que una pequeña puta quiere su castigo del día.—Gruñe el guardia y levanta a la chica.

—Dejale en paz, no ha roto ninguna regla... Aparte de cotorrear como loca.—Hablo tranquila.

—Tú callate, Mortal. ¿Quieres un castigo por bocazas?—Enmarco una ceja divertida.

—Aprecio tu oferta, pero no gracias.—Me toma del brazo y tira de mi.

Genial, otro castigo por defender a una de las novatillas.
(....)

Me despierto de golpe y me siento en la cama, genial. Otra puta pesadilla... Al menos esta vez de desperté antes del castigo.

Me vuelvo a acostar y doy vueltas en la cama intentando dormir, mi mente máquina lo de ayudar a Danna y sigo sin entender como pretenden que le ayude.

<<Y si le decimos, "Oye, matamos a tu esposo" tal vez eso resuelva el problema.>>

Tú  cállate, mujer. No necesito tus comentarios estupidos hoy.

Me vuelvo a acomodar para dormir pero el sonido del móvil militar me despierta.

—Mortal.—Hablo al contestar.

—La dirección fue enviada a su correo. Tiene tres horas.

—Entendido.—Cuelgo la llamada y me levanto de la maldita cama del demonio.

Busco el traje negro, unos botines del mismo color y la máscara que me cubrirá la cara pero no esta por ningún maldito lado. Termino tomando un pañuelo verde y lo guardo en mi bolsillo.

Salgo de la central y camino unos cuantos metros hasta donde un auto gris me está esperando, subo sin decir nada y él ya me está esperando, no dice  que conduce tampoco dice nada.

KILLER TIES.Where stories live. Discover now