Perfecta, es la palabra con la que todos describen a la coronel alemana más conocida del mundo, bueno frente a todos no está lejos de serlo.
Es valiente, inteligente y cuidadosa... Pero una misión desatará lo verdaderamente importante de ella, ¿Com...
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Termino de peinar a Athena y le acomodo el vestido rosa, Iker está sentado en la cama de ella mirando un peluche rosa que tenía en la cama. Salirnos y vamos a nuestra habitación a buscar a Bella.
Bella aún está acostada reposando un poco, ha tenido contracciones toda la noche por lo que no durmió mucho y puede entrar en labor en cualquier momento. Los niños entran primero pero se quedan quietos. Bella está parada en medio de la habitación mirando hacia el suelo.
—Llama a la doctora.—Dice de golpe y asiento buscando mi móvil.
—Sientate.—Marco el número y le pongo en altavoz.
La dejo hablando con la doctora mientras entro al vestidor y tomo las maletas de los bebés y la bolsa de Bella, veo a Iker ayudarle a acomodarse en la cama.
—Pueden venir ya, en cualquier comento comienza el labor de parto.—Cuelgo la llamada y le ayudo a levantarse.
—¿Qué tanto duele?—Pregunto ayudándole a caminar.
—Hasta ahora un tres de diez.—Beso su frente y la dejo un momento.
Le aviso a Rea y mamá para que se queden al tanto de los niños, ellas se comenzaron a quedar en casa cuado Bella entro en el último mes. Ambas salen correteando y gritando puras tonterías.
—¡Ya dejen de corretear, parecen gallinas locas!—Grito exasperado. —Quédense aquí con los niños.—Rea me ayuda a bajar las maletas mientras cargo a Bella.
—¿No podemos ir, papá?—Miro a Iker y luego asiento.
—¿Quieres ir, Athena?, ¿O te quedas con las abuelas?—Le pregunta Bella más calmada.
—Yo quiero ir.—Asentimos y bajamos junto con ellos.
Ya habíamos hablado de que ellos estuvieran en el parto, les explicamos cómo sería y incluso lo hablamos con Laisy para tener el punto de una psicologa, tambien lo hablamos con la doctora. Tuvimos meses para prepararlos y de todas formas era decisión de ellos si ir o no.
La subo al auto y dejamos las cosas atrás, la clínica está a unos diez minutos por lo que no tardamos tanto. Al llegar la pasan directamente, ya tienen la tina con agua lista y solo la acuestan para revisarla.
—Solo tiene cinco centímetros de dilatación, faltan cinco.—Hay que esperar a los diez.
—¿Todavia no vienen mis hermanos?—Pregunta Iker y Athena mira la habitación con detenimiento.
—No, aún falta un poco para eso, ¿Van a estar aquí?—Ambos asienten poniendo su atención en Bella.
La acomodo en la cama, la doctora y enfermeras salen, escaneo la habitación mientras me quedo a su lado.
Hay una cama redonda, una silla espacial para sentarnos con una tela rosa y purpura colgando al frente. Del otro lado hay una especie de banco azul para que se siente y pueda hacer el movimiento de abajo y arriba, también hay una bola para lo mismo y la tina para el parto.
