capitulo 68

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—¡Isabella, despierta!—Me levanto de golpe

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—¡Isabella, despierta!—Me levanto de golpe.


Me siento en la cama y miro a mi alrededor, estoy en casa, no en el maldito desierto... ya pasó, no le dejé morir, hice lo que estaba en mis manos.

—Amor, ¿estás bien?

—Yo... si, solo fue una pesadilla.

—Tenías tiempo sin una.—Asiento volviendo a recostarme.

—¿Recuerdas tu primera baja como teniente al mando?—Inquiero acomodandome entre su pecho.

—Si, bala a la cabeza. Murió al instante.—Hago una mueca.—¿Por qué?

—Mi pesadilla, era un recuerdo... mi primera baja fue en el valle de la muerte, California.—Cuento jugueteando con las líneas de sus tatuajes.—Le picó una serpiente, era venenosa y además alérgico... le tuve que realizar una traqueostomía por que se le cerraron las vías.

>>Al principio creí que la había hacho mal pero no, murió por la picadura... pasé una semana en casa sin salir. Le vi convulsionar y no pude hacer nada.

—Hiciste lo que pudiste.

—Ya lo sé, pero tenía dieciocho y era la primera vida que intentaba salvar... fue horrible.—Sus brazos me aprietan y suspiró por la tranquilidad que me dan.

Es estas cuatro semanas no había tenido pesadillas de nada, y eso me estresa más. Llevaba una racha grande.

Cuatro semanas...

Han pasado cuatro semanas desde que Iván me propuso matrimonio, solo Sol lo sabe y pedí que no le dijera a nadie aún. Aún no me lo creo ni yo, no pensé nunca en casarme y ahora la idea me encanta.

Este último mes aquí ha sido muy tranquilo, Sol se fue dos días después de la propuesta. Fue a visitar a unos familiares en otra ciudad por lo que he estado tranquila con lo de no mostrarle mi embarazo.

El embarazo es otra cosa que me tiene emocionada, estas últimas semanas la pequeña protuberancia se ha convertido en una barriguita más notoria y pareja. Al principio me preocupé por que no parece una barriga de casi cuatro meses, si no, una de cinco o más.

Cuando caí en cuenta que ya iban cuatro meses me puse a llorar y el pobre Iván no sabía por que. Sacamos una cita con una ginecóloga aquí y me tranquilizó diciendo que estaban bien y que el tamaño de mi vientre era normal para mi peso y complexión física.

Ya he comenzado con la decoración de la boda, el ruso quiere que sea en un mínimo de un mes más. La verdad me gusta la idea, hemos hablado de que queremos y la verdad me he deshecho en caprichos.

No quise casarme nunca pero ahora quiero una boda de princesa, con decoración lujosa, brillante y en un lugar grande.

—Tengo hambre.—Me levanto.

KILLER TIES.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora