Perfecta, es la palabra con la que todos describen a la coronel alemana más conocida del mundo, bueno frente a todos no está lejos de serlo.
Es valiente, inteligente y cuidadosa... Pero una misión desatará lo verdaderamente importante de ella, ¿Com...
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—No me gusta.—Digo apilando las hojas con nombres descartados.
Nunca pensé que elegir nombres fuera tan difícil, más por que decimos no saber el sexo. Hemos buscado de parejita, solo niños y ahora queda la opción de niñas la verdad nos hemos quedado con la idea de que son niñas.
—¿Harley? Creo que le quedaría lindo.—Digo mordiendo la tapita del bolígrafo.
—Hayley... me gusta. Es corto pero tierno.
—Bien, Hayley, ¿y?.—Le miro con pereza.
—Am... ¿Hazel?—Le miro confundida.
—Tardamos más de tres horas en esto y terminamos con los primeros nombres que escogimos... genial.—Deja salir una risa.
Recuesto mi cabeza en el sofá.
La puerta de la suite se abre y mis niños llegan corriendo, hoy es el último día en Disney world para luego ir al parque de Harry Potter. La hermana del ruso y su familia aprovecharon para usar los boletos y venir con nosotros.
—Mami, vamos a desayunar.—Dice Athena con energía.
Iker bosteza mirándole, al parecer el no tiene tanta energía como su hermana. Él se sube al sofá a mi lado y busca abrazarme, dejo un beso en su cabeza y sonrío cuando abraza mi vientre.
—¿Aún tienes sueño, campeón?—Iker asiente en dirección a Iván.
—Si, pero también hambre. ¿Vamos a comer?
—Mami, ¿Por qué hay tantos papeles?—Athena toma uno y lo mira curiosa.
—Estábamos buscando los nombres de las bebés, solo esos faltaban.
—oh... ¿Ya saben cómo se llamarán?—Dice Iker tocando mi barriga.
—Si, Hayley y Hazel.—Alza sus cejas.—¿Les gustan?
—A mi si, están lindos.—Comenta pensativo.—Les diré "H.H"—Río por la idea.
—Bueno, vamos a vestirnos para ir a buscar a sus tíos y ir a comer.
Ya Iván y yo estamos listos por lo que solo bañamos a los niños, Iker se pone un pantalón blanco y una camisa de Mickey Mouse. Athena escoge un vestido rosa con pequeñas sirenitas estampadas, el ruso peina a Iker y yo me encargo de hacerle dos coletas a Athena.
Salimos de la habitación al poco rato y bajamos al restaurant y esperamos a la hermana del ruso, llegan como a los diez minutos. Los niños se saludan felices y hago lo mismo con todos.
—Laisy. Andrei.—Saludo a ambos.
—Cuñada.—Le sonrío al esposo de Laisy.
No lo había tratado mucho antes de la boda pero luego de comenzar a tratarlo me he dado cuenta que es muy simpático, tiene una relación muy buena con el ruso y la verdad me cae muy bien.
