Perfecta, es la palabra con la que todos describen a la coronel alemana más conocida del mundo, bueno frente a todos no está lejos de serlo.
Es valiente, inteligente y cuidadosa... Pero una misión desatará lo verdaderamente importante de ella, ¿Com...
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Semanas antes de la boda.
Entro a la habitación de Iker y lo encuentro completamente dormido con uno de los gatos de Athena al lado, me quedo viendo el árbol que Bella les mandó a poner.
Está adornado con personajes de Marvel al igual que la mayoría de su habitación, las sábanas, cortinas y adornos del baño tienen la misma temática.
Le hemos comprado figuritas y juguetes de los personajes ya que le llaman mucho la atención, cuando los llevamos a comprar el árbol de navidad de la casa compramos uno para la habitacion de Iker y otro para Athena.
Salgo de la habitación y entro a la de Athena, está sentada en la cama con la cabeza de cora recostada en sus piernitas.
El árbol de ella es blanco, tiene muchos chuches de navidad adornándolo. Incluso tiene un cascanueces al lado, Iker también tiene uno en el cuarto pero lo puso en otra esquina junto con otras figuras de super héroes.
—¿Viste mi árbol? Está lindo, ¿no?—Peina el cabello de cora con sus manos.
No ha notado que estoy aquí parado, sigue hablando con el animal.
—Mami no celebraba navidad, y ella quería uno de pequeña pero no sé lo compraron... por eso nos compra a nosotros.—Frunzo mi ceno.
No sabía que Bella no celebraba, navidad... he notado lo que le gusta la época.
—¿Princesa?—Me voltea a ver y sonríe.
—Hola, papi. Feliz navidad.—Me siento a su lado y la abrazo.
—Hola, mi niña. ¿Qué hablabas con Cora?
—Que mami no celebraba navidad de pequeña... su papá no le gustaba, pero no el abuelo Magnus. Si no el otro.—Asiento cargándola para sentarla en mi regazo.
—¿Cómo sabes eso?
—Mami me contó.—Dice mientras juega con mis tatuajes.—Ella quería un arbolito blanco con azul, pero no lo tuvo.
—Pero ahora si celebramos navidad, y a mami le gusta mucho.—Digo cuando hace un puchero.
—Si... ¡Vamos a despertar a mami!
—Dejala dormir... ¿vamos a desayunar para luego ir a jugar abajo?—Asiente y le pongo un abrigo cubierto junto con unas botas.
La preparo unos waffles junto con un jugo de uva, desayuna rápido y le ayudo a lavarle los dientes. Salimos, ella corre hasta la nieve y la sigo divertido. Hace una bola de nieve y la tira en mi pecho.
—¡Lero, lero... no me atrapas!—Sale corriendo y la sigo para atraparla.
La logro tomar y chilla cuando la tomo del pie, la acuesto en la nieve y le hago cosquillas. Se remueve y ríe hasta que su emoción baja y me detengo.
