II

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-Gracias.

Ascaroth levantó la mirada de su lectura, Stolas le había prestado un libro acerca de botánica (uno de sus favoritos). Y realmente disfrutaba la lectura.

-¿Disculpe?

El imp levantó una ceja con una clara confusión marcada en todo el rostro, su "jefe" había estado en silencio después de su caótico desayuno. Un repentino "gracias" no era algo que un sirviente como él esperase, no recordaba haber hecho nada que merezca agradecimiento.

-Ya sabes, lo de ayer.

El silencio fue suficiente respuesta para que el Goetia notase que no estaba entendiendo.

-Acerca de Blitzy y el periódico.

Ascaroth frunció el ceño mientras entrecerraba los ojos, acción que dejó algo confundido al más alto. ¿No debía agradecer o qué?

-¿Realmente debe agradecerme por algo así? Es solo mi trabajo.

Stolas suspiró pesadamente mientras negaba con la cabeza y miraba las plantas de su jardín.

-Podías solo limitarte a un "de nada".

-Lo habría hecho si no fuese mi trabajo.

Después de unos segundos de silencio que se sintieron eternos para el búho, carraspeó la garganta antes de pronunciar lo primero que pasase por su cabeza.

-¿Ese artículo realmente existe?

-No de manera oficial, solo se imprimió una copia.

-Entonces... ¿Fue obra tuya?

-Algo así.

-Pudiste solo haberme delatado con Stella.

-Se supone que debo "protegerlo" no "delatarlo".

Aunque si debía hacerlo.

-Tiene sentido.

El imp volvió a enfocar su atención al libro en sus manos, aunque antes miró un poco más como el príncipe parecía pensar seriamente en esa conversación sin importancia.

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Ascaroth se encontraba camino a la oficina de Stella, mientras seguía a otro sirviente. Había sido llamado por la mencionada hacía menos de cinco minutos, y si estaba seguro de algo era que hacerla esperar no entraba en sus opciones.

Una vez frente a la entrada, el sirviente tocó un par de veces y anunció su llegada. No pasaron ni dos segundos antes de que la propia fémina abriese.

-Tú.

Miró al sirviente con el ceño fruncido y señaló el pasillo por el que habían llegado.

-Largo.

-Con permiso.

Ascaroth entró a la oficina en cuanto Stella se lo permitió, la miró tomar asiento detrás de su escritorio mientras se cruzaba de brazos.

-Siéntate.

El imp obedeció y tomó asiento en una de las sillas frente al escritorio.

-¿Qué necesita, mi señora?

Miró a la mujer sonreír antes de ladear un poco la cabeza.

-¿Cómo ha sido esta semana?

-Bien, su esposo lo tomó mejor de lo que creí.

Ascaroth se limitó a observar su cambio de expresiones, sonrisa, disgusto y sonrisa de nuevo.

-No menciones a ese flaco sin chiste.

-Entiendo.

-¿Eso es todo?

El imp se levantó y se acercó a la Goetia, se apoyó en el escritorio y extendió su mano hasta terminar acariciando una de sus mejillas con sumo cuidado y "cariño".

-¿Qué necesitas, mi pequeña Stella?

A pesar de observar como la fémina se estremeció y un escalofrío recorrió su cuerpo (algo que se reflejó en sus plumas), su expresión no cambió. Estaba desinteresado, como siempre.

-Solo quería verte. ¿Es mucho pedir?

-No, usted es libre de mirarme cuanto desee.

-Es raro que no me tutees.

-Lo siento, es lo que hay.

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-¿Ascaroth?

Stolas ladeó la cabeza con una clara confusión al mirar como el mencionado se encontraba en la cocina lavando sus manos de una forma frenética. Como si tuviese algún tipo de pintura permanente o algo así.

¿Goetia? (Stolas Goetia) (Helluva Boss)Where stories live. Discover now