¿Goetia? (Stolas Goetia) (Helluva Boss)

XII

-¿Papá?

Stolas despegó de manera casi automática la mirada de su libro para posarla en su hija, sonriendo con cariño. Se encontraba sentado frente a un escritorio en la biblioteca del palacio.

-¿Si, cariño?

Ascaroth retrocedió unos pasos para darles algo de privacidad sin despegar la mirada del libro en sus manos, era una biblioteca gigante. Podía llevarle siglos leer absolutamente todo.

-Hay una exposición de arte en el cuarto anillo, se ha popularizado mucho y quiero ir.

-Oh, bien. Deja me preparo y vamos.

-No, no. Me gustaría ir sola.

-Querida, no puedes ir sola. De primera mano has visto el peligro.

-Entonces encontraré acompañante.

-No puede ser cualquiera, iré contigo.

-No.

-Si querida, no me tomará ni cinco-

Fue interrumpido en cuanto Octavia levantó la voz sin llegar a ser un grito.

-¡Quiero salir de este palacio y alejarme de ti! solo por un rato.

El imp miró al par por encima del libro, pudo observar de forma perfecta como los ojos del búho se cristalizaban mientras bajaba la mirada de nuevo al libro antes de que la menor pudiese notarlo, regresó la mirada a su lectura antes de que el impulso de abrazar al Goetia fuesen más intensos.

-Ya entiendo. Bien, llévate a Ascaroth.

El mencionado sintió una enorme curiosidad invadirlo, hacía apenas dos días antes le regañó por acercarse a su hija. ¿Y ahora los enviaba solos?

-¿Sí?

-Sí, quiero estar solo un rato.

-Vamos entonces, Ascaroth.

-Si señorita, pediré mi auto, la alcanzo en un momento.

-Claro.

En cuanto Octavia salió de la biblioteca, Ascaroth cerró el libro en sus manos y lo dejó en su repisa correspondiente, se acercó a Stolas y acarició su cabeza mientras se inclinaba un poco hasta terminar murmurando en su oído.

-Estoy seguro de que incluso llorando será hermoso, pero ese tipo de belleza no le va, mi príncipe.

Sacó un pañuelo del único bolsillo de su saco y lo colocó sobre el libro que leía el príncipe, sin embargo, no recibió respuesta por parte del Goetia.

-La señorita solo necesita tiempo a solas, no lo odia.

El imp se alejó y tomó su smartphone, salió de la biblioteca mientras realizaba una llamada. No solía usar su auto en el palacio, así que no lo tenía "a la mano".

Stolas miró el pañuelo antes de que la primera lágrima saliese de su ojo y bajase hasta terminar cayendo en aquella tela. Ascaroth era demasiado amable a su manera, eso le inspiraba una enorme desconfianza, pero... 

Suspiró antes de tomar el pañuelo y limpiar las lágrimas que comenzaban a caer con más frecuencia terminando en lo que parecía un interminable llanto. Incluso si su hija no llegaba a odiarlo, no quería permanecer así de distante, no le gustaba para nada.

_______________________________

-Oh, vengo muerta.

Octavia se estiró al mismo tiempo que tallaba uno de sus ojos. Siguió su camino hacia el comedor del palacio.

-Un vaso de café y a dormir.

-Un café suena contraproducente.

-No me hace mucho la cafeína.

-Si usted lo dice.

-¿Cómo estuvo su salida?

El par se sobresaltó al escuchar la voz de Stolas en el comedor, estaban tan entretenidos que no se dieron cuenta de su presencia. 

-Estuvo bien.

-¿Cenarás algo, querida?

-No, comimos antes de venir. ¿Cierto?

-Ajá.

-Bien.

Octavia se apresuró a prepararse una taza de café y salir rápido de ahí, mientras que Ascaroth permaneció junto al príncipe. Lucía algo triste, así que dejarlo más tiempo solo no era una opción.

-¿Se desahogó correctamente?

-Algo así.

El imp escuchó el sonido de una botella caer al suelo, y solo ahí pudo darse cuenta del estado actual de Stolas. Estaba ebrio.

-Lo acompañaré a su habitación.

-No quiero, estará mi fría esposa y su palabrería es lo último que necesito.

-Entonces lo llevaré a mi habitación, pero necesita descansar.

-El único imp que me puede tener en su cama es Blitzy, no te confundas.

Ascaroth rodó los ojos antes de tomar la mano del Goetia y guiarlo rumbo a su habitación.

-Eres extrañamente alto para ser un imp.

-Y usted está extrañamente perfecto para lo ebrio que está.

-Supongo.

Una vez en la habitación del imp, guio a Stolas a su cama y lo dejó recostarse.

-Que cama tan suave, Stella sí que te dio comodidad.

Ascaroth guardó silencio mientras miraba al búho, no iba a responder nada, lo dejaría balbucear hasta dormir por su propia cuenta. Se quitó la gabardina y la dejó en su lugar mientras escuchaba al más alto murmurar cosas sin sentido aparente.

Se acercó de nuevo a la cama y arropó al príncipe, afortunadamente su cama era grande. Se alejó un poco dispuesto a salir, sin embargo, fue detenido por la suave mano de Stolas. 

Lo miró de reojo y se alarmó un poco al verlo con los ojos nuevamente cristalizados, estuvo a punto de decir algo y sin embargo fue interrumpido por la suave voz del contrario.

-Blitzy... no me dejes, úsame todo lo que quieras, pero no me dejes, te lo suplico.

El imp rodó los ojos nuevamente con irritación, al parecer estaba bastante ebrio si era capaz de confundirlo con cualquier otro imp.

Permaneció en esa posición un poco más, hasta que sintió el agarre aflojarse y notó como Stolas comenzaba a cerrar los ojos. Se zafó del agarre y terminó saliendo de la habitación dejándolo dormir finalmente.

Se sentó en el suelo junto a la puerta, sacó una cajetilla de cigarros junto a un encendedor de uno de los bolsillos de su pantalón, lo encendió y dejó las cosas en el suelo junto a él. Al dar la primera calada echó la cabeza hacia atrás mirando al techo mientras exhalaba el humo del tabaco.

-Vaya mierda, eh.