Extra

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- No se preocupe mucho por ello, pequeño maestro. Usted es el único hijo del gran duque, no importa lo que suceda, no pueden echarlo.

- Eso no cambia el hecho de que están decepcionados de mí, me odian.

El imp miraba como el pequeño Goetia se abrazaba a si mismo mientras se acostaba en posición fetal a la sombra de un gran árbol. Había que tener poca consideración como para conseguir que un niño no mayor a siete años ya tuviese una terrible autoestima y se castigase a sí mismo.

Bueno, el gran duque Malthas lo había conseguido y no parecía ni un poco molesto por ello.

Ascaroth se agachó y acarició las maltratadas plumas de su pequeño maestro, buscando consolarlo de alguna manera. 

- No estoy seguro de que sea suficiente, pero yo si estoy orgulloso de usted.

Malthus lo miró en silencio antes de asentir y abrazarlo. No fueron capaces de continuar su conversación gracias a que una alarma sonó del teléfono del sirviente.

- Mi descanso terminó, debo ir a mis clases.

El imp lo miró apresurarse hacia la mansión que se encontraba a unos metros de aquel árbol, lo había intentado innumerables veces y consiguió fallar en todas. Su pequeño maestro estaba tomando clases de casi todo, incluso cosas inútiles como bordar y tejer, todo para "compensar" su falta de fuerza y habilidades, no podía persuadirlo a dejar algunas clases y descansar más.

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A pesar de que esa familia era disfuncional y los padres no amaban a su hijo de ahora 15 años, cumplían con la formalidad de almorzar con él una vez al mes.

- Ya acordamos tu matrimonio.

El menor, quien no había apartado la mirada de su almuerzo miró a su madre por primera vez en todo el día.

- ¿Disculpen? ¿Casarme?

- No es negociable.

- Pero yo no quiero casarme, tengo muchas cosas que hacer y no tendré tiempo.

- ¿Muchas cosas que hacer?

La ronca voz de su padre resonó por ese extenso comedor, incluso los sirvientes presentes se encogieron de hombros y agacharon la cabeza, el duque lucía molesto.

- ¿Qué cosas tendría por hacer un maldito inútil que apenas y puede levantarse sin enfermar? No tienes nada que ofrecer a esta casa, si te mantengo vivo es por qué no tuve más hijos, lo menos que puedes hacer es casarte y vivir en silencio para no seguir molestándonos con tu miserable existencia.

El duque observó como el menor temblaba mientras agachaba la cabeza. Al pasar unos segundos sin respuesta, continuó hablando un poco más tranquilo.

- Te casarás con Stella, la hija del marqués.

- ¡¿Qué?! ¡Pero ella...!

Sus palabras fueron abruptamente cortadas por un golpe en la mesa que resonó con fuerza, incluso juraba haber escuchado un crujido. Miró a su padre levantarse y mirarlo con un profundo desprecio.

- No eres más que un puto desperdicio.

Sn más, el duque salió del comedor junto a su esposa, quien en todo ese terrible momento no hizo más que comer en silencio.

¿Cómo iba a casarse con Stella? Era una niña de apenas cinco años, y si la diferencia de edad no era suficiente, la veía como una hermana menor. Es decir, estuvo con ella desde que salió del huevo, jugaba con ella y siempre trataba de ayudarla con su educación.

¿Goetia? (Stolas Goetia) (Helluva Boss)Where stories live. Discover now