MIRADAS [THE AMAZING SPIDER-MAN]

CAPÍTULO 31

Narra Peter

-Olvidalo... Murmuró Leah caminando hacia la puerta de la terraza.

Debía hacerlo, no podía seguir ocultando lo que sentía por ella por más tiempo.

No sabía como hacerlo ¿Cómo podía explicarle que estoy enamorado de ella desde hace años? Que siempre fue más que mi mejor amiga, que me encanta su forma de ser, su risa, y esa mirada grisácea en la que siempre acabo perdido. Que es la única con la que soy yo mismo, la única en la que confio, la única persona en todo el mundo que hará que me sienta así.

Decidí demostrarle lo que mis palabras eran incapaces de explicar.

Tiré una telaraña hacia ella atrayéndola hasta mi. La atrapé sin problema colocando mis manos alrededor de su cintura causando que sus brazos rodearan mi cuello.

Miré una vez más esos preciosos ojos grises para después bajar mi vista a sus labios rosados. Mis manos viajaron a su cuello y las suyas a mi pecho. Haciendo así algo que llevaba demasiado tiempo deseando.

Fundí nuestros labios en un beso dulce y lento. Intentando expresar todo lo que quería en un solo gesto. Percibí como nuestros latidos se convertian en uno solo. Soy incapaz de explicaros lo que sentí en aquel momento a parte de una gran sensación de felicidad en el pecho.

Nos separamos ligeramente cuando se acabó el aire de nuestros pulmones.

-Peter...

-Cállate.

Volví a unir sus labios con los míos en un beso más intenso y necesitado por ambos. Volviendo a bajar mis manos a su espalda baja y ella subir las suyas rodeando mi cuello.

He de admitirlo, a partir de ese instante me volví completamente adicto a sus labios, adicto a ella.

Algo que jamás cambió a pesar de todo.

Nos separamos de golpe debido a que gracias a mis sentidos agudizados escuché varios gritos, sirenas de policía, y ruidos de vehículos.

-¿Lo has..? Le pregunté haciendo que asintiera preocupada.

-De-debo ir haber que ocurre. Comenté de igual forma. Justo antes de que saltara para ir hacia allá Leah me detuvo agarrando mi mano.

-Espera, voy contigo. Me has convencido. Si-si podemos ayudar a los demás de alguna forma...debemos hacerlo, o al menos intentarlo. Al teminar la frase se adentro en el apartamento y salió vestida completamente de negro a los apenas 2 minutos.

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Nos situamos en lo alto del puente para observar la situación. Los coches estaban parados en medio de la carretera y la gente corría atemorizada.

Había una especie de ¿Lagarto? atemorizando y atacando a todos. Leah rápidamente cambió su apariencia para no poder ser reconocida. Yo me saqué la ropa dado que llevaba mi traje debajo de esta.

-¿Siempre llevas el traje puesto? Cuestionó Leah curiosa a lo que le respondí con una pequeña sonrisa.

-Espera. Murmuró quitándome la máscara de las manos para seguido depositar un suave beso en mis labios y luego colocarme ella misma la máscara.

Le agarré de la cintura haciendo que ella me agarrara por el cuello para evitar que se fuera a caer a continuación. Nos propulsé utilizando las telarañas hasta llegar al centro del puente.

El lagarto parecía buscar algo entre los coches dado que iba uno por uno, tirando algunos por el puente. Gracias a mis reflejos pude captarlos y hacer que colgasen del puente.

-Asegura el agarre con la escarcha. Le dije a Leah intentando aproximarme al lagarto.

-Ten cuidado. Pidió preocupada a lo que asentí en respuesta.

Logré llegar hasta él empujándole para evitar que lanzara otro coche más. Cuando volví a acercarme a él escuché un grito de un hombre pidiendo ayuda por su hijo.

Leah estaba en la otra punta del puente alejando a la gente, bajando y subiendo a través de las telarañas para reforzar el agarre. La vida de aquel niño era lo importante.

Fui lo más rápido posible hasta donde se encontraba el niño, en uno de los coches que colgaba del puente. Pero no aguantaría por mucho tiempo dado que aún no estaba reforzado.

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-S