FIN

429 18 3
                                    

Narra Leah

Una vez nos libramos de ese rinoceronte mecánico, ocupamos la mayor parte de nuestro tiempo en otorgar tranquilidad a la ciudad.

Cada vez que andábamos por las calles de Nueva York, la gente se paraba para observarnos o aplaudirnos emocionados.

Peter me agarró de la cintura y yo rodeé su cuello con mis brazos para asegurarme de no caerme mientras nos balanceábamos con las telarañas de un edificio a otro.

Al cabo de unos minutos, aterrizamos en la terraza de mi apartamento. Ninguno de los dos soltamos nuestro agarre, permanecimos a escasos centímetros.

-Esto me resulta familiar. Murmuré divertida justo antes de que el castaño me robara un dulce beso tras deshacerse de su máscara. -¿No se suponía que íbamos a ir a tu casa?

De pronto mi pareja se puso algo más nervioso. -¿Sabes? He, he estado pensando y, y creo que May tenía razón. Quizás es momento de empacarlo todo y ponerlo en el lugar que le corresponde a cada cosa. Además, dijiste, dijiste que odiabas este sitio, así que... ¿por qué no buscar uno que sea realmente nuestro, uno que nosotros hayamos elegido? Ofreció tomándome de la cintura con algo más de fuerza. -Y no puedes negar que la idea de pasar más tiempo conmigo es bastante tentadora...

-Señor Parker... ¿Me está proponiendo que nos mudemos juntos? Dije divertida y rozando nuestras narices.

-Eso es justo lo que le estoy proponiendo, señorita Anderson. Me respondió haciendo que fusionara nuestros labios en un largo beso.

-¿Debo interpretar eso como un sí? Quiso saber con las cejas ligeramente elevadas.

-Nada me gustaría más que vivir contigo, Peter Parker. Respondí con una enorme sonrisa en mi rostro.



Tras unas cuantas semanas buscando, encontramos el departamento perfecto. Estaba próximo a la Universidad, al periódico, al centro y a los laboratorios. Tenía una salida de metro enfrente y varias cafeterías y tiendas cercanas además de una gran cantidad de luz y espacio.

Al fin llegó el momento de empaquetar todas las pertenencias que consideraba importantes. En realidad, no eran muchas. La mayoría de cosas ya estaban aquí cuando me mudé.

Fuimos llevando todo al nuevo departamento para ir organizando todo.

Al abrir una de las últimas cajas, me encontré todo lo que había guardado sobre mis padres: incluyendo los marcos de fotos y sus informes de Oscorp.

Miré uno de los marcos con nostalgia: era una foto de Peter y yo de pequeños junto a nuestros padres. Decidí sacar la foto del marco, descubriendo que había una inscripción en ella:

Primer día de curso y, seguido de esto, unas coordenadas.

Aquello me paralizó por un segundo.

Todo comenzaba a tener sentido.

Mi padres y yo siempre jugábamos a un juego por mi cumpleaños. Era como una caza del tesoro. Me daban unas coordenadas y tenía que encontrar el lugar donde se encontraba mi regalo.

Coordenadas.

Eran coordenadas.

Saqué aquellas hojas llenas de cálculos y subrayé los números que se encontraban seguidos de la palabra Roselvelt y un símbolo de equivalencia.

Los apunté en una hoja aparte formando así unas coordenadas.

Busqué la localización exacta en mi ordenador: se trataba de nuestra antigua casa.



Tomé una respiración honda antes de adentrarme en la que un día fue mi hogar. Nunca fui capaz de ponerla en venta a pesar de la insistencia de mi tío.

Las coordenadas me llevaron al desván de la casa, debajo una caja donde se encontraban mis juguetes favoritos de cuando era pequeña.

Rompí las tablas del suelo, las cuales percibí que habían sido puestas después que el resto.

Allí encontré una calculadora que debía de ser de mis padres.

Abrí la tapa haciendo caer diversas fichas del metro y un USB de Oscorp, semejante al que mi tío le había dado a Harry a antes de morir.

Regresé a casa y conecté el USB a mi ordenador. Dentro se encontraban varios archivos, el primero de ellos, un vídeo, un vídeo de mis padres.

Mi padre fue el primero en hablar. -Somos Eleanor y Jonh Anderson. Dirán muchas mentiras sobre nosotros, pero queremos que el mundo sepa la verdad, que nuestra hija sepa la verdad.

-Hace años mi hermano decidió hacer un trato con una organización militar extranjera a nuestras espaldas. Pretendían crear soldados, armas biológicas. Creamos Oscorp para salvar vidas, no para provocar más muertes. Explicó mi madre. -Al negarnos, decidieron crear pruebas contra nosotros y contra los Parker. Richard nos rogó que continuáramos para mantener a Peter y a Leah a salvo mientras ellos destruían la investigación. Les ayudamos a escapar, pero nos descubrieron de igual forma.

Mi padre le rodeó con sus brazos. -Durante estos últimos años, hemos estado autosaboteando los proyectos de Norman. En realidad, terminamos la tasa de transmigración junto con Richard, pero no podíamos permitir que cayera en malas manos. Es por eso que implantamos mí ADN y el de Richard en la fórmula del suero y las arañas. Ambos son complementarios. Por lo que jamás estarán bajo su dominio. Determinó mi padre.

Un asistente de mis padres entró a la sala de los laboratorios. Pude llegar a escuchar lo que decía de fondo:

-Doctores Anderson, su hija acaba de llegar, está esperando en su despacho.

-Ahora mismo vamos, gracias. Le contestó mi madre con una sonrisa.

Aquella grabación fue el día de su muerte, justo antes de nuestro accidente.

-En este USB se encuentra toda nuestra investigación real. Nos quedamos sin tiempo, lo siento. Se lamentó mi padre antes de finalizar el vídeo.

Limpié mi rostro de lágrimas a la par que sonreía. Mis padres siempre fueron quienes pensaba.

Al repasar sus palabras en mi mente:

Ambos son complementarios.

Llevé una mano a mi cuello instintivamente.

Harry me debía de haber inyectado el veneno de las arañas.








Por ello me había curado.









Ahora todo cobraba sentido.







Fin de la segunda parte.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Dec 15, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

MIRADAS [THE AMAZING SPIDER-MAN]Where stories live. Discover now