MIRADAS [THE AMAZING SPIDER-MAN]

CAPÍTULO 38

Narra Leah

-Tengo algo para ti. Mencionó Peter cuando nos separamos.

-¿Él qué? Cuestioné ilusionada.

-Está en la mochila. Rapidamente me levanté de la cama y agarré la mochila de Peter del suelo. La abrí para averiguar de que se trataba. Cuando lo encontré lo saqué con cuidado de la mochila. Una sonrisa apareció en mi rostro de inmediato.

Era un traje completamente negro de la misma tela que el de Peter. Pero al final de las mangas, en el lado de fuera, estaba el simbolo de una araña plateada en cada una de las mangas. Era precioso.

-Te dije que necesitabas un traje. Asi que como me sobró tela al hacer mi traje quise hacerte el tuyo propio. Entiendo que no te gust- Antes de que pudiera decir nada más le interrumpí poniendo mis labios sobre los suyos.

-Lo adoro, es maravilloso enserio. Gracias. Dije al finalizar el beso provocándole una tierna sonrisa que no duró mucho.

-Mierda. Comentó de pronto como si se hubiera acordado de algo.

-¿Qué ocurre?

-No he podido avisarle a May de que tardaría en volver. Mi movil ha muerto. Le prometí que no haría esto de nuevo. Dijo frustrado.

-Ahora mismo le llamo no te preocupes. De mientras podrías cambiarte, así te ayudo a reparar el traje después. Señalé saliendo de la habitación por mi teléfono.

Lo encontré en el sofa, inmediatamente marqué el número de May.

-Hola Leah ¿Ocurre algo?

-Quería decirte que Peter está conmigo. Habíamos quedado para acabar el trabajo de una vez por todas pero se nos ha hecho tarde. Y ya sabes como es Peter, siempre se le olvida cargar el teléfono. Peter no quería que te preocuparas.

-Me alegro de que esté bien, desde la última vez estoy algo intranquila siempre que sale de casa.

-Aquello no volverá a pasar, nos lo prometió a ambas. Afirmé para calmarla.

-Eso espero...

-Por cierto quería decirte que he pensado que lo mejor sería que Peter se quedara a dormir en mi apartamento, se está haciendo tarde, y con todo esto no quiero que vaya caminando por la noche.

Por una parte era cierto, pero lo que no quería es que May viera a Peter con todas esas heridas. Mañana ya se habrá recuperado lo suficiente como para que no se diera cuenta de nada.

-Me parece estupendo, pero solo si venís a comer mañana a casa. Dijo amable.

-Hecho, nos vemos mañana. Nosotros llevaremos el postre.

-Hasta mañana. Se despidió para luego finalizar la llamada.

-Todo arreglado. May ya está tranquila y ya sabe que te quedas a dormir. Ah, y mañana comemos los tres en tu casa. Comenté entrando de nuevo a mi habitación donde Peter estaba ya cambiado y tumbado en mi cama mientras ojeaba uno de mis libros.

-Bien. Respondió mirándome con una sonrisa a la vez que me tumbaba a su lado.

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Esas horribles sensaciones habian vuelto. El frío recorriendo mi espalda, el dolor de cabeza...

Todo era demasiado real. Volvía a estar en aquel momento, en el incidente, sentía todo lo que sentí en ese momento. Una y otra vez la misma pesidilla. Pero a esta se le unieron mis descubrimientos recientes sobre la muerte de mis padres, sobre el doctor connors, las heridas de Peter...

Me desperté incorporándome de golpe con un ataque de pánico. Me era imposible respirar.

Peter se incorporo a mi lado con preocupación. Todo estaba a oscuras, seguramente sería de madrugada.

-Eh, mirame, mirame. Ya hemos hecho esto antes ¿Si? Solo tienes que concentrarte en el ahora. Todo va a estar bien. Estoy aquí. Solo ha sido un mal sueño. Me susurró posando sus manos en mis mejillas para despues depositar un beso en mi frente.

-No...no puedo. Mencioné agitada.

Peter agarró una de mis manos y la puso sobre su pecho, en la zona del corazón.

-Centrate en mi latidos ¿Ves? Yo estoy tranquilo. Respira despacio y lento.

Al cabo de unos minutos consegui empezar a respirar con normalidad causando que Peter me atrayera a su pecho envolviéndome con sus brazos.

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-S