MIRADAS [THE AMAZING SPIDER-MAN]

CAPÍTULO 7

Narra Leah

-Siento el retraso. La última reunión se ha alargado más de lo esperado y aún tenía que autorizar unas pruebas ¿Llevas mucho tiempo esperando? ¿Qué tal te ha ido el examen? Dije prácticamente de seguido nada más llegar a la mesa donde mi novio estaba sentado y trabajando con el ordenador.

-Leah, respira y siéntate. Me respondió divertido. -Acabo de llegar y el examen me ha ido bastante bien. El profesor Gaunt no lo ha puesto muy difícil. Estaba aprovechando para pensar en más ideas de fotos para el periódico. No me gusta que tía May trabaje tanto por tener que pagar la Universidad.

Habíamos quedado en la cafetería de la Universidad para comer tras el examen de Peter dado que yo ese día no tenía clase y solo estaría en el Laboratorio por la mañana.

Entrelacé nuestras manos por encima de la mesa después de dejar mi abrigo negro y mi bolso en la silla. -Quizás podrías aprovechar tu talento fotográfico para cambiar la visión de la prensa sobre los "vigilantes de Nueva York" Propuse distraída, jugando con su mano.

-¿A en qué estás pensando? Dijo curiosos, guardando su ordenador con su mano libre.

-En un par de fotos de cerca de Spider-Man y Frost captados "casualmente". Si ven que nos mostramos a las cámaras, quizás haya mayor repercusión y empiecen a vernos de una manera más positiva. Expliqué en un tono bajo de voz.

-Es una gran idea, Anderson.

-Yo siempre tengo buenas ideas, Parker. Comenté de forma obvia causando nuestra risa.

-Por cierto, ¿nos vemos esta noche? Propuso a la par que mirábamos las opciones de la carta. -Aunque mañana era tú último examen, ¿no?

-Sí. En cuanto llegue a casa terminaré unos informes y mañana a la mañana ya haré el último repaso para el examen. No es muy difícil dado que las prácticas y el trabajo final son la mayoría de la nota. He estudiado entre reuniones, así que a la noche podemos pedir algo y cenar en mi apartamento antes de la ronda de vigilancia.

-¿Comida china? Sugirió con una sonrisa cómplice.

-Comida china. Aseguré provocando que hiciera un gesto de celebración y yo riera una vez más.

-Genial. Así también aprovecho y lavo el traje en tu apartamento.

-¿Has vuelto a teñir todo de rojo y azul? Cuestioné con las lejas levantadas y una sonrisa insinuante.

-¡Eso solo fue una vez! Se defendió. -Lo que pasa es que, por algún motivo, tía May no quiere que haga yo la colada. Últimamente la noto algo rara, como si estuviera ocultando algo... ¿tú no?

-No, no he notado nada raro...

Al cabo de unos minutos, cuando ya estábamos comiendo, decidí sacar un tema en el que llevaba pensando desde la mañana.

-Antes he visto el maletín de tu padre tirado en el fondo de tu armario... y no he podido evitar fijarme en que apenas usas las gafas, sus gafas. Comenté con cautela.

Peter intentó quitarle importancia. -Ah, sí... bueno, no es que sean muy prácticas si sucede algo, ya sabes... la máscara, el traje... Y tampoco quería tener el maletín tirado por la habitación... así que... Dijo sin apartar la mirada de su plato.

-Peter.

-Mmm... Respondió sin apenas inmutarse.

-Peter, mírame. Le pedí. Finalmente, el castaño suspiró y me permitió perderme en aquellos cálidos ojos cafés.

-No pasa nada por echarles de menos, es completamente normal.

El chico se llevó las manos a la cara frustrado. -No logro quitarme todas esas preguntas de la cabeza... pero, sobretodo, el porque me abandonaron, Leah...

-Conseguiremos las respuestas antes o después, te lo prometo. Aseguré con una sonrisa sin separar mi mirada de la suya ni un instante.

Una vez ya habíamos pagado la cuenta y estábamos por salir, mi teléfono comenzó a sonar.

-¿Qué ocurre? Me preguntó Peter cuando finalicé la llamada.

-Mi tío se muere. Debo ir a la casa familiar lo antes posible, le han trasladado allí. Quiere hablar conmigo. Le conté intentando procesar la información que acababa de recibir a través de una de sus secretarias.