CAPÍTULO 12

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Narra Leah

Estuve con Gwen la mayor parte de la tarde. Al parecer, la habían seleccionado para una beca en Oxford.

Aún faltaba la fase final, pero la rubia estaba de lo más emocionada, y yo por ella.

Finalmente, antes de dirigirme a cenar con Peter y Harry, me enfrenté a estar con la familia de Gwen de nuevo.

Estaba realmente feliz con ellos, pero una parte de mi subconsciente no me dejaba tranquila. La culpa me presionaba en mi pecho. Las punzadas en mi corazón eran cada día más intensas.

Aunque, por el momento, lograba ignorarlas al igual que las migrañas y los temblores.

La cena transcurrió entre varias bromas y risas. Echaba realmente de menos como éramos los tres juntos, como si lo demás perdiera importancia.

Tras la cena, nos despedimos de Harry y fuimos hacer una ronda de vigilancia por la ciudad.

La noche fue bastante tranquila. Lo único de lo que tuvimos que ocuparnos fue de un par de intentos de robo en los callejones.

Nos fuimos a dormir verdaderamente cansados a casa de Peter.



Las pesadillas me desvelaron a mitad de la noche, por lo que decidí madrugar y comprar el desayuno para tía May y para Peter.

Desayuné con un alto porcentaje de cafeína para poder mantenerme despierta. Me despedí de ambos Parker y fui directa a los laboratorios.

El día fue de lo más intenso, ni siquiera tuve un minuto para descansar o poder comer algo hasta final del día, cuando me fui con Harry a la enorme casa que ahora nos pertenecía a partes iguales.

Últimamente intentaba estar en mi apartamento el mínimo tiempo posible, a menos que Peter estuviera conmigo.

-Deberías mudarte conmigo, prima. Esto es demasiado grande para uno solo. Sugirió Harry sonriente.

-No es mala opción, de hecho, quizás me lo piense. Murmuré sentándome en el cómodo sofá grisáceo con forma de L, el cual abarcaba la mitad del amplio y elegante salón.

Harry me imitó y suspiró cansado. -No pensé que ser los dueños de Oscorp sería tan agotador. Aunque todo es culpa de esos abogados. Los odio a todos, me recuerdan a él.

-Sabes que nos vigilan, ¿cierto? Le comenté removiendo mi té. -Hoy he encontrado algunos micros en mi despacho.

-Sí, lo sé. En el mío también hay. Se piensan que somos estúpidos. Me respondió Harry molesto. -Lo más probable sea que nos quieran echar.  No confían en que unos jóvenes universitarios puedan llevar un imperio tal y como ellos quieren. Que sorpresa...

-Pero no les dejaremos. Determiné. -Harry, tu padre actuaba de una forma muy...

-¿Manipuladora, egoísta, sádica...? Enumeró con amargura en su voz a la par que ponía en el reproductor música clásica de fondo.

-Entre otras... Murmuré. -Todo lo que hizo... no volverá a ser así... no puede volver a ser así. 

-Nunca más. Prometió volviendo a sentarse a mi lado y tomando mi mano con fuerza.

-Nunca más. Repetí con seguridad. 

Después de una larga pero amena conversación con mi primo, regresé a mi apartamento para revisar algunos correos que todavía tenía pendientes, descubriendo así una buena noticia que llevaba esperando.

Inmediatamente, apagué el ordenador, me cambié de ropa, me terminé de preparar y busqué mi teléfono en mi bolso con la intención de hacer una llamada lo antes posible para llevar a cabo la idea que tenía en mente.

MIRADAS [THE AMAZING SPIDER-MAN]Where stories live. Discover now