CAPÍTULO 27

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Narra Leah

Nuestra vida había cambiado bastante en estos últimos cinco meses.

De alguna forma, me había curado de mi enfermedad. Lo cual me permitió centrarme en el resto de asuntos.

Peter y yo estuvimos en Los Ángeles durante dos meses.

En ese transcurso de tiempo, pudimos obtener el voto de los accionistas más importantes de Oscorp. Permitiéndome regresar y conseguir el control absoluto de los laboratorios.

Ahora era la presidenta y dueña de Oscorp.

Pero no todo fueron cosas positivas.

Las pesadillas aparecían cada noche.

Harry ahora se encontraba encerrado. Esperaba que algún día pudiéramos encontrar una cura para recuperalo. Aunque para el resto, Harry Osborn había muerto.

A pesar de que Peter había descubierto que sus padres no eran unos traidores y que en verdad las arañas solo eran compatibles con su sangre, no habíamos conseguido ningún otro avance.

Por otra parte, Spider-Man y Frost desaparecieron de la ciudad de Nueva York.

Me era imposible utilizar mis habilidades tras el incidente.

Nada más verme con esa apariencia, recordaba todo el dolor. Tanto físico, como psicológico.

Ninguno de los dos nos vimos capaces de continuar con el papel de Vigilantes.

Ignorábamos las noticias con todo lo relacionado con ello y nos centrarnos en el trabajo y en la Universidad.

Al menos, las veces que nos era posible:

-La vuelta del invierno ha traído el incremento de la delincuencia. Más desde la desaparición de Spider-Man y Frost hace cinco meses. Un ejemplo es la reciente fuga de un preso soviético que ha escapado, ayudado de un grupo de hombres armados. La ausencia de estos héroes ha dejado un hueco en el corazón de la ciudad. Lo crean o no, incluso los policías se han unido a los Neoyorquinos que esperan el regreso de los vigilantes de la ciudad. El mundo entero parece hacerse la misma pregunta: ¿Dónde están Spider-Man y Frost?

Me levanté de la mesa para apagar el televisor y después volver a sentarme para finalizar mi café solo.

Peter miraba con demasiada atención sus cereales y Tía May se encontraba guardando varios objetos en diversas cajas que luego iba bajando al sótano.

-Que pena que hayan desaparecido, parece que todo el mundo les necesita... Murmuró tía May.

Ambos nos levantamos de golpe de nuestros asientos. Yo fui a dejar la taza en el fregadero y Peter pretendía ir escaleras arriba con su bol de cereales.

-¿A dónde vas? Le preguntó su tía.

-A, a terminarme los cereales...

-Peter... no podeis seguir así. Mencionó mirándonos a ambos. -Sé que no ha sido fácil: Enteraros sobre la verdad de vuestros padres, el accidente, la muerte de Harry... Lo que quiero decir es que... ¿Sabéis? Estoy, estoy intentando organizar la casa, limpiarla un poco, y he ido metiendo algunas cosas de Ben en cajas y, y tiene gracia. Cuanto más pesa, más ligera me siento.

-¿Vas a tirar sus cosas? Cuestionó Peter extrañado.

-No, no podría hacer eso. Forman parte de mi. Le contestó. -Solo... les busco un sitio mejor. Les echaré un último vistazo y las pondré donde les corresponde.

Tía May salió de la cocina y Peter regresó sobre sus pasos y me abrazó por la espalda con fuerza. Entrelazando nuestras manos en un cómodo silencio.

MIRADAS [THE AMAZING SPIDER-MAN]Where stories live. Discover now