until we meet death

12. Regalos

Londres, Inglaterra.

3:35 PM

13 de mayo de 2021.

Habían pasado tres días desde que - para Louis- paso la vergonzosa llamada. El día siguiente de que sucediera, Louis había despertado de golpe a ver su celular, al notar que no estaba en una llamada quiso pensar que solo se trató de un sueño muy fuera de lugar. Al menos hasta que lo desbloqueo y vio que tenía un mensaje del detective desde las 5 de la mañana.

"Lamento tener que cortar la llamada, pero tengo que ir al gimnasio y no quisiera despertarte"

A Louis se le cayó la cara de vergüenza. Tuvo que enterrar su cara en la almohada y dar un grito.

Claro que un mensaje dio paso a más mensajes, no habían parado de hablar.

Se decían y se contaban constantemente lo que estaban haciendo y todo lo relacionado con su día. Harry incluso lo había llamado una vez al final de su turno para ver cómo estaba.

Pero jamás habían mencionado la llamada y el gesto que, a menos Louis consideraba extremadamente grosero. El médico realmente estaba rogando porque el tema no saliera a flote en ningún momento de sus futuras conversaciones.

Pero mientras tanto.

Louis apenas llevaba algunos minutos fuera de su casa, yendo por la avenida camino al hospital. Aunque teóricamente ya tenía su auto, casi no lo usaba... a menos que de verdad la distancia lo requiriera.

Le gustaba caminar y era su buena acción hacia al ambiente.

Pero su gusto por ver las calles no lograba quitarle la constante sensación de que alguien lo estaba siguiendo o lo observaba. Por más que volteara, y por más que acelerara el paso, ese sentimiento seguía ahí.

Sabía que la patrulla que lo cuidaba debía estar cerca, siempre vigilando aunque Louis no supiera precisamente donde estaban. Ahora que Harry les había pedido que fueran menos obvios con respecto a estar siguiendo al cardiólogo, Louis juraba que se habían vuelto su sombra. Excepto en las noches cuando Louis sabía perfectamente que estarían aparcados justo enfrente de su apartamento, siempre salía y les ofrecía algo de tomar o de comer. Sentía que era lo menos que podía hacer por tenerlos siguiéndolo cómo perros todo el día.

También era cierto un muy paranoico Louis había puesto el número de Harry en marcado rápido. Asegurándose de poder comunicarse rápidamente con el detective si lo necesitaba. Se sentía ridículo, si, pero lo ayudaba a sentirse mejor. Incluso por poco le manda su ubicación en tiempo real a Liam, pero no se iba a humillar tanto, al menos no por ahora.

De momento no podía hacer otra cosa que tratar de olvidarse de la horrible sensación que le recorría toda la espalda.

°°°

Trabajar y mantener la mente ocupada era su mejor opción. Y hasta ahora había servido muy bien.

Estaba firmando la salida de un paciente cuando sintió dos manos en sus ojos , obstruyendo su visión. Louis sintió como su corazón quiso salir de su pecho, como todo su cuerpo empezó a temblar en cuestión de segundos.

Fue impresionante el como sus demás sentidos se pusieron alerta en un instante. La persona que lo sostenía era claramente más alto que él, podía sentir su perfume y en sus piernas podía sentir el roce de una bata larga.

—¿Sam?— trato de adivinar.

Descarto rápidamente todas las opciones en su mente; Liam no haría eso sabiendo lo asustadizo que Louis había esto todos estos días, y la única persona después de su mejor amigo que tendría la confianza para hacerle eso, era claramente, el traumatólogo.