17. Bomba de tiempo

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Londres, Inglaterra

8:00 AM

14 de junio de 2021.

Si bien a Louis usualmente no le costaba levantarse por las mañanas, esta sería la excepción. Con el calor de Harry a su espalda y su agarre firme en su cintura, no quería ni abrir los ojos.

Podía quedarse atrapado entre los brazos de Harry todo el día y no emitiría ninguna queja. Lamentablemente para él... Tenía que levantarse y ser un adulto responsable.

Se estiró con cuidado de no despertar al detective, pero ni siquiera pudo intentar salir de la cama pues el brazo que se encontraba en su cintura afianzo su agarre y le impidió moverse. Escucho un pequeño gruñido por parte de Harry y luego sintió como el detective empezó a repartir besos por todo su hombro hasta subir a su mejilla.

—Buenos días—dijo Harry, volviendo a presionar un suave beso sobre la mejilla del ojiazul. Su voz se escuchaba más ronca y profunda, y el que fuera susurrada directamente sobre el oído del médico lo tenía ronroneando como un gatito.

—No fuiste a correr —Respondió Louis. Tomando una de las manos de Harry y entrelazándola con la suya. —Buenos días, Hazz.

Sintió a Harry moviéndose en su espalda y acomodarse sobre su codo para poder verlo mejor. La mirada de Harry lo hacía sonrojarse ante el recuerdo de la noche anterior.

—No quería dejarte despertar solo —Harry llevo sus manos aun entrelazadas hacía a él para poder besar el dorso de la mano del médico.

—Sé que sales a correr todos los días antes de ir a trabajar, Harry—se río Louis— No hubiera entrado en pánico.

Probablemente si lo hubiera hecho.

—Bien, entonces... —se corrigió el detective —Yo quería ser lo primero que vieras al despertar.

—Hmm—tarareo Louis mientras se levantaba de la cama.

Trato de demostrar toda la seguridad que le fue posible mientras caminaba desnudo hacia al baño. Es plenamente consiente de la mirada clavada en su espalda todo el camino, avanza balanceando sus caderas ligeramente y apropósito; sonriendo al sentir el deseo de Harry.

Cuando se mira en el espejo puede ver un rastro de moretones por todo su cuerpo. Haciéndolo parecer una galaxia de tonos morados y rojos. Pasa y traza delicadamente con la punta de sus dedos los cardenales, haciendo un fino camino.

Es extraño el pensar en ellos y darse cuenta de que en realidad no le molestan.

Se dedica a tomar una ducha para terminar de quitarse los rastros de la noche anterior. Cuando sale del baño puede ver qué Harry se ha puesto ya unos boxers y está tendiendo la cama mientras tararea. Louis no lo interrumpe, lo observa en silencio desde la puerta.

Disfrutando de la acción tan cotidiana que realiza el detective, pero de alguna manera se siente especial.

Al menos lo hace para él.

Cuando Harry termina se para a un lado de la cama, con las manos en su cadera; orgulloso de su obra y de haber concluido su tarea.

—¡Louis, necesito bañarme también! — gritó Harry hacia al baño. No es hasta que voltea que se da cuenta de la presencia de Louis en la habitación.—oh, hola.

—Hola—saluda también Louis, recargado en el marco de la puerta.

Aprecia perfectamente como el detective traga saliva al verlo, prácticamente comiéndoselo con la mirada. Mira con especial atención como el ojiverde detalla su cuerpo de arriba a abajo, siempre deteniendo su mirada en los cardenales que comenzaban a aparecer por su piel canela.

until we meet death Where stories live. Discover now