Epilogo

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Seguir adelante.

Era algo natural en el ser humano, algo en lo que la mayoría era experto.

Hay algo que nos impulsa. No importa la perdida, no importa el dolor, no importa el sufrimiento. La sociedad, las personas, siempre siguen adelante. Había habido pandemias en el mundo, guerras, masacres... pero siempre quedaban como un mal recuerdo.

Hace apenas unos meses que las calles de Londres habían sido bañadas en sangre, azotadas por un monstruo que intento arrastrar almas inocentes al infierno con él.

Habían habido perdidas, más que números de cuerpos, todos recordaban el número de sonrisas perdidas. Pero el mundo siguió girando; esos parques donde se había encontrados cadáveres se volvieron a abrir, se quitaron los carteles de búsqueda, y el miedo se disolvió.

La sociedad estaba olvidando, estaba siguiendo adelante.

Harry estaba tratando de hacer lo mismo.

Caminaba por los terrosos senderos del cementerio, sintiendo la brisa en su cara y respirando a través del dolor y el sentimiento que le causaba ese lugar, se sentía un vacío... un vacío que no sabía como llenar.

Sus manos siempre apretando el ramo de rosas que había entre estas.

Se arrodilló frente a la conocida tumba, esa que había visitado innumerables veces durante los últimos meses. Sacudió un poco el polvo con sus manos después de dejar el ramo en el suelo con cuidado, deteniéndose un momento para delinear el nombre grabado en esta; soltando un suspiro y una triste sonrisa dibujándose en sus labios mientras se sentaba sin cuidado en el césped, sin importarle que este estuviera mojado por él roció.

—Hola, soy yo ...de nuevo— hablo con su mirada clavada en el cielo — No podía no venir en tu cumpleaños. Louis quería venir también, pero tenía turno temprano, así que...

Cerro los ojos y dejo de hablar cuando sintió el inevitable nudo formándose en su garganta y se tomó unos cuantos segundos para escuchar el ruido de los pájaros pasando antes de continuar.

—Hoy iré con Zayn y Niall a ese viejo bar al que nos encanta ir— continuo — solo nosotros tres, Louis y Liam, se reunirán con Oliver y Sam... Que, por cierto, ya viven juntos. Es raro, ¿no? Ellos fueron sospechosos en algún punto, y ahora son mis amigos... o algo así — se rio incrédulo —Apuesto que tú reirías de eso. Y esas cicatrices en el brazo de Sam, ¿Recuerdas? Por fin nos confesó que se trataban de la primera vez que se peleó con Oliver en las afueras de un bar... Y no tienes idea de cómo terminó.

La verdad es que Harry solía hacer esto a menudo, había encontrado consuelo en venir y hablarle a nadie en particular en este lugar. No sabía si creía o no, nunca había sido cristiano ... Pero sabía que a su alma le hacía bien. No era siempre, la verdad, la mayoría del tiempo el detective era feliz, mucho más de lo que lo había sido en toda su vida. Había comenzado a cumplir con sus metas y sus sueños, su vida iba viento en popa y parecía que el futuro le sonreía tanto como lo hacía el presente.

Estaba enamorado, amaba a una persona con cada parte de su ser, persona que había sacado la mejor parte de él y había tomado su corazón para ayudarle a sanar las piezas rotas ... Y lo mejor era que esa persona lo amaba a él.

Tenía a un grupo de personas que lo rodeaban con luz y le recordaban que la vida no era tan mala, ese grupo que con burlas y chistes estúpidos lo sacaban del abismo al que los más crueles demonios lo querían arrastrar.

Eran su familia.

Pero esos pequeños momentos donde su corazón insistía en aferrarse al dolor, a mirar hacia al pasado, le recordaban que las heridas si sanan ... Pero que el ser humano aprende a vivir con las cicatrices.

until we meet death Donde viven las historias. Descúbrelo ahora