No somos pecadores (2.5)

57. Descubriendo

Cuando Christian vio el local no podía creérselo.

Él se giró hacia Connor y este no parecía tener mejor reacción que él.

—Connor...Esto...

El moreno asintió.

—Es asqueroso. No podemos permitir esto.

Christian asintió.

—No puedo dejar que entres allí.—Connor le agarró la mano y trató de caminar al coche de vuelta.

Christian se resistió.

—Connor, teníamos un plan.—Dijo soltándose y quedándose quieto.

Connor se acercó a él.

—No, Christian. Esto no lo vas a hacer. Definitivamente esto está fuera del plan.

Christian suspiró y pensó en una manera de convencerle. Sería difícil. Incluso él tenía sus dudas.

—Escúchame.

Connor negó.

—No, escúchame tú.—Le señaló.—Los tratos en un sitio así no son caricias, Christy. No pienso dejar que te traten como un objeto y que intenten sobrepasarse contigo.

Christian sacudió la cabeza.

—Podré apañármelas.

Connor lo miró como si estuviese loco.

—¿Oh, sí? ¿Eso crees? Es un jodido prostíbulo, Christian. No decides tú.

Christian volvió a mirar el local. Las Luces de Neón eran tan extravagantes que podían dejar fácilmente ciego a alguien que mirara más de diez Segundos.

—No pienso irme.—Afirmó.—Necesitan nuestra ayuda, Connor. Desde dentro podré encontrar más información.

Connor iba a negar de nuevo pero Christian le interrumpió.

—Tú ve al despacho del Padre, Connor. Tú allí, yo aquí. Consigamos juntos terminar con esto.

—Christian...No quiero que-

—No me van a hacer nada.

Connor lo miró nervioso y frustrado.

—¿Por qué piensas que no te harán acostarte con otros?

Christian tragó.

No lo sabía.

Pero él tenía la esperanza de encontrar lo que buscaba antes de que eso pasara. Y obviamente rezaba por que no le pareciera atractivo a nadie.

Cosa difícil.

Él sabía como lucía: Rubio, rizado, blanco, ojos claros, bajito. Era lindo y perfecto para algunos morbosos.

—No pienses en eso.—Sonrió.—Ahora vete. Este pobre huérfano hambriento y cansado necesita entrar allí y rogar por trabajo.

Él se metió en su papel y Connor aún hacía notar que no estaba de acuerdo con eso.

—Ten cuidado. Si alguien te toca...

Christian le dio un beso.

—Me encargaré de que eso no pase.

Connor asintió.

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