2.

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Una alarma empezó a sonar haciendo que todos los de la habitación se quejaran. Nadie se levantó. Jimmy a regañadientes se movió y apagó el aparato.

Se puso de pie y fue hacia su armario.

—Connor, nos dijeron que tú ropa estaba en el armario de ahí.—Señaló el cuarto armario. Lo otros tres estaban al lado de este, en fila.

Connor hizo un sonido afirmativo y con bastante esfuerzo se desprendió de las sábanas. El moreno se levantó y abrió el armario, había ropa casual, para ser usada fuera del internado, y había un conjunto negro que desataba.

Lo sacó de la percha y se dio cuenta que era igual al del chico que lo acompañó a la habitación. ¿Christian se llamaba?

Se aseó y se vistió.

El uniforme no era tan feo, podría acostumbrase.

—¿Listo? Vamos.

Connor asintió y se dirigió hacia Viktor. Salieron de la habitación y caminaron al comedor.

Al llegar, Connor contempló el sitio, era muy amplio.

Se sentaron en una mesa.

El moreno observó que los mayores hacían cola.

—¿Por qué nosotros no hacemos fila?—Preguntó curioso.

—Porque tenemos 7, los mayores de 10 años tienen que hacer fila y coger bandeja, los más pequeños ya lo tenemos en la mesa, vienen a ponernos solo la comida. Aunque si no coges sitio, puedes tardar en comer.—Le Contestó Ellian.

—Ah...

Una mujer, con hábito, trajo en un carrito muchos vasos de leche y de zumo de naranja, paquetes de galletas y fruta.

Fue colocando en la bandeja un vaso de ambas cosas, un paquete y una manzana a todos los de la mesa.

Una vez que todos los del gran comedor tenían la comida del desayuno, el Padre Filiph apareció con su acompañante.

—Vamos a darle gracias a Dios por la comida.—Dijo el Padre.

Todo el comedor quedó en silencio. Connor observó a su alrededor, los presentes cerraron los ojos. Se quedó mirando a los demás, él no solía hacer estas cosas de rezar y agradecer antes de comer.

Sus amigos, ¿podía considerarlos así?, también tenían los ojos cerrados y las manos entrelazadas.

Las cejas oscuras de Connor se alzaron.

Quiso mirar al Padre para ver si estaba igual que todos, pero su mirada cruzó con la del rubio al lado de él, este le sonrió y se señaló los ojos, los cerró y los volvió a abrir, dándole a entender que tenía que hacer lo mismo.

Connor frunció el ceño pero obedeció.

¿Dónde se había metido?

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Bueno, lo subo porque es corto xdddddd

Quiero destacar otra cosa: los primeros capítulos también son cortos y rápidos de leer porque son como el pasado, una vez que sean más mayores serán largos y explícitos para entender el presente.

Así que ahora sí, me despido.

(Subiré capítulo seguramente mañana)

Muchos besos chiquitxs 😚😚😚

No somos pecadores (2.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora