14.

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Viktor salió de la habitación con cuidado, se asomó comprobando que no hubiera alguna Madre por los pasillos.

Nadie.

Corrió en dirección al despacho del Padre, estaba muy preocupado.

Esperaba que Connor estuviera...Bien.

Al llegar al pasillo del despacho, divisó a lo lejos a una persona caminando lentamente ayudándose de la pared.

—Mierda.—Dijo en voz baja.

Viktor corrió hasta la persona y confirmó que era Connor.

Jadeó al verlo.

—Dios mío.—Se tapó la boca y negó sin creer que le hubieran hecho eso.—Como te han dejado...—Dijo con una mueca de tristeza y sujetó al moreno antes de que se cayera. Connor tenía una mano en la parte de las costillas.

Connor gimió de dolor cuando Viktor le pasó un brazo por la espalda para ayudarlo a caminar.

Viktor trató de no volver a maldecir al sentir la camisa del moreno húmeda. Sería muy iluso pensar que era sudor y no sangre.

—Si te digo...la verdad...Pensé...que moriría.—Dijo sin muchas fuerzas el moreno.

—Joder, ¿te duele mucho?

—No preguntes...cosas estúpidas.

Le dolía hasta hablar.

—¿Cuántos golpes?

—Ya sabes...Por golpear a alguien...sin motivo con sentido y no perdonar...18 latigazos...12 con la vara.

El otro moreno cerró los ojos con fuerza. Eso era demasiado. Era increíble que Connor aún siguiera en pie.

Viktor le ayudó a llegar a la habitación y lo tumbó en la cama. Connor volvió a quejarse.

—Hay que curarte las heridas.—Dijo Viktor ansioso.—¿Puedes quitarte la camisa?

Connor tragó lentamente.—Si me muevo...Juro que me desmayo.

Viktor se sintió muy mal al ver a su amigo así, estaba destrozado. Connor necesitaba medicamentos para el dolor y ayuda, solo que no darle nada de ellos era parte del castigo. Si incumplía aquella norma, Viktor podría acabar igual. Tal vez peor.

Se mordió el labio al ver su brazo: Las mangas largas del uniforme estaban manchadas de la sangre de Connor.

—Te la quito yo.—Dijo acercándose. Connor era su amigo, no podía dejarlo en aquel estado.

—Puedo hacerlo yo.—Dijo alguien a su espalda.

Connor no giró el rostro para ver quién era, él ya reconocía la voz, solamente cerró los ojos intentando no sentir el dolor parecido a como si le hubieran roto todos los huesos. Tal vez sí tuviera algún hueso roto o quebrado. Con tremendos golpes era de esperarse, lo sorprendente sería si no.

—¿Christian? ¿Qué haces aquí?-Preguntó Viktor.

—Traigo medicamentos.—Dijo acercándose a la cama y levantando una bolsa en su mano.

Viktor frunció el ceño.

—Pero...Te pueden castigar. Y tú eres el futuro predecesor del Padre, no quedará bien en tu expediente el incumplir una norma.

Christian no lo miró, su vista azul fija en el moreno casi desmayado del dolor en la cama.

—Me da igual.—Respondió tardíamente.— ¿Nos dejas?—Lo miró por encima del hombro.—Le voy a quitar la camisa.

Viktor sonrió.

—¿Y qué importa que esté yo aquí? Ya le he visto muchas veces desnudo.—Se encogió de hombros.

Christian se dio la vuelta y Viktor sintió que el ambiente se oscurecía. Su sonrisa cayó.

—Connor, sabes que te quiero, pero parece que mi presencia aquí le molesta a alguien y quiere que me vaya.—Dijo alejándose.—Vendré más tarde.—Y salió por la puerta.

Connor rio ante la cobardía de su amigo por un chico más bajo que él y luego se quejó.

—Mierda.—Dijo tosiendo y se tocó el vientre.

Era doloroso.

—Te ves fatal.—Dijo Christian sentándose al lado suyo.—Sin mencionar los golpes que te dio Josh...

Connor abrió los ojos y observó al lindo rubio rizado que lo miraba cuidadosamente. Aquellos ojos azules se veían afligidos. Culpables.

—Pensé que estabas enfadado.—Dijo sin quitar la mirada del rostro de Christian.

No se cansaría de mirarlo.

Christian cogió unas tijeras y empezó a cortar la camisa sin responder a lo anterior.

—Me gustaba la camisa.—Se quejó el moreno.

El rubio separó la camisa y miró la parte delantera. Hizo una mueca. Tenía bastantes hematomas oscuros y preocupantes de la vara por el costillar y en el vientre. Habían algunos cortes del látigo también, seguramente la mayoría de ellos estarían en la espalda.

—Tómate esta pastilla hasta mientras que curo las heridas—Le dio una y le acercó un vaso de agua.

Le costó tomársela, pero lo hizo.

Christian empezó a echar una pomada en las costillas.

—Ah...duele...—Se retorció.

Christian levantó la vista del cuerpo de Connor y miró el rostro de este.

Su mano bajó al vientre lentamente y untó la pomada masajeando la zona. Sintió cierta dureza, no había un pack de seis pero era un abdomen fuerte.

Connor dentro de poco podría podría tener el pack de seis, pensó Christian.

Los labios de Connor estaban entreabiertos por el dolor, soltando gemidos dolorosos en silencio.

Christian dejó de acariciar el cuerpo del moreno, haciendo que este abriera los ojos.

—¿Qué pasa?

—Me molestó.—Dijo Christian.—No estaba celoso, pero me molestó.

Connor frunció el ceño.

—Verte con la chica.—Aclaró el rubio.

Connor intentó sentarse, tal vez la confesión había hecho que sintiera menos dolor o la pastilla hizo su efecto y le estaba comenzando a drogar.

—Entiendo.—Dijo sintiéndose feliz.

Christian miró la sonrisa torcida de Connor y desvió la mirada. Su corazón latiendo nerviosamente.

—Solo quería decirte eso.—Dijo antes de volver a su tarea de poner pomada. Su mano tembló.

Connor le sujetó la mano, deteniéndolo para que le prestara atención. Christian se sobresaltó mirando sus manos juntas encima del vientre de Connor.

Oh...

Esto es malo...

—A mí me enfadó que te molestaras conmigo.—Dijo Connor acariciando con su pulgar el dorso de la mano del rubio.—Ni siquiera me dejaste explicártelo. Por lo que peleé con ese imbecil, por su culpa te fuiste...-

Christian se echó encima de Connor y juntó sus labios. El moreno jadeó por el dolor y la sorpresa.

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Esoooo, mamona🤣🤣

Y con esto...

8/8

Editando este capítulo logré hacerlo un poco más extenso xd

Creo que solo quedan dos capítulos de los que escribí hace dos años. A partir de esos, ya serán más largos.

Besitos chiquitxs😚😚😚

No somos pecadores (2.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora