8.

2K 242 9
                                    

—Oh, Dios mío. No os metáis con él, tal vez haga que nos expulsen.—Dijo uno con un muy mal fingido tono de preocupación, haciendo reír a todos, menos a Connor que quedó confundido.

—¿Qué?—No sabía a qué se referían.

—No queremos que vayas a decirle a tu papi que nos eche del internado.—Dijo otro.

Connor sacudió la cabeza.

—¿De qué habláis?

Uno de su misma altura, se le acercó tocándole con el dedo índice el pecho, amenazante.

—Sabemos que eres el hijo del dueño de este internado y de muchos más. Niño de papi.

Connor se tensó. ¿Qué? ¿Cómo se habían enterado de eso? Él no se lo había dicho a nadie, ni siquiera a sus amigos. ¿Cómo podían saberlo?

—No sé de qué habláis.—Connor dijo firmemente.

—No sabes de qué hablamos.—Repitió con burla el que le tocó.—Resulta que tu papi vino a ver cómo iba el internado, y descubrimos que tiene tu mismo apellido y que se parece bastante a ti.

Las cejas oscuras se juntaron en un refundo ceño fruncido, ¿Su padre había venido? ¿Y ni siquiera lo había llamado o pedido verlo? Connor no sabía de qué se sorprendía, era de esperarse de David Worren.

Su padre no lo había visitado durante los 10 años. Ni falta hizo. No es como si Connor lo hubiera extrañado. La única vez que lo había vuelto a ver fue hace dos años, cuando Connor fue expulsado una semana y debió regresar a casa.

—No sé lo digáis a nadie.—Dijo Connor sintiéndose angustiado.—Todos querrán algo...No me verán como soy en realidad, intentarán usarme y...-

—Eso mismo queremos hacer nosotros. —Le interrumpió el chico de piel morena.

Connor cerró con fuerza los ojos. Mierda. Esto es lo que él quería evitar.

—¿Qué quieres?—Espetó con rabia.

Maldición.

Los chicos se rieron.

—Queremos que intentes seducir a una chica, tócala.

Connor los miró alarmado.

—No puedo hacer eso...Si me descubren...

Connor fue interrumpido otra vez.

—Si te pillan le dices a tu papi que no te eche.

—El Padre o Christian dirían que esto está mal, es chantaje. Además, coquetear o sobrepasarse está prohibido. No sé por qué lo hacéis, estáis en un internado católico.

El chico de piel oscura resopló.

—No estamos aquí por gusto propio.—El chico se encogió de hombros.—Queremos nuestra propia diversión. Buscamos métodos. Y tú serás uno.

Connor desvió la mirada.

———————

2/6-8

🧐🧐🧐

No somos pecadores (2.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora