No somos pecadores (2.5)

4.

—Tienes que aprender.—Le dijo Christian poniéndose otra vez a su lado.

—Solo he dicho la verdad, como tú.—Se encogió de hombros.

—Judas traicionó a Jesús, haciendo que lo maten. Yo no he provocado eso.

Connor bufó.

—Apenas podré dormir.

Christian rio. Connor se sintió cálido al escuchar su risa suave.

—Tú no estabas cuando empezó la pelea, no sabes si fui yo el primero.—Continuó, ignorando su acelerado corazón.

—Vi que le golpeaste tú.—Dijo Christian.

—Pero no sabes por qué.

—Entonces dime, ¿por qué? ¿Qué hizo que tu puño terminase en su rostro?

Connor lo miró unos segundos antes de volver a desviar su mirada.

—No es asunto tuyo.

—Connor...—Se quejó.—Sí no me lo dices no podré ayudarte.

—No te he pedido que lo hagas. Déjame en paz. Estoy enfadado contigo.

—Pero...-

Connor lo dejó fuera y se metió al comedor.

Cogió una bandeja y esperó a su turno.

Cuando le dieron la cena buscó a sus compañeros y se sentó con ellos.

—¿Castigo duro?—Preguntó Viktor pinchando un guisante.

—Sí.

—¿Cuál?—Preguntaron los tres amigos del moreno.

—Levantarme a las 5:30 a pedir perdón a la parroquia.

—No te voy a dejar poner la alarma a esa hora porque nos despertarás. Busca otra forma de despertarte.—Dijo Ellian observando su vaso de zumo.

Connor rio. Estar con sus amigos le hacía ponerse de buen humor.

Miró su comida y alzó la vista, topándose con un rubio entrando al comedor con el Padre.

Las chicas empezaron a murmurar cosas al verlo.

—El rubio enano ese tampoco es tan guapo.—Dijo de malhumor Viktor.

—"El enano ese" es más alto que tú.—Le dijo Ellian.—Y más mayor, tenle respeto.

—Pero le estoy alcanzando.—Se defendió.—Voy a ser más alto que él, seguro. ¿Y qué si es mayor? No me importa.

—Es cierto que no es tan guapo. Es decir, lo es, pero hay mejores.—Comentó Jimmy.—Pero ya sabéis como son las chicas, prefieren lo prohibido, y como él es el aprendiz del Padre...

—¿Por qué hablamos de ese idiota?—Irrumpió Connor, su estado de ánimo había vuelto a decaer.

—¿Qué pasa, Conni?—Viktor pasó su brazo por los hombros del moreno.—¿También te enfada y preocupa que él pueda quitarte a alguna chica que te guste?

—No es eso.—Dijo Connor girando su rostro a Viktor para encararlo.

Ambos rostros estaban cerca.

Connor y Viktor se sorprendieron de la cercanía y se rieron.

Aunque la risa se acabó cuando una Madre hizo que se levantaran.

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