"La vida te depara un futuro lleno de cosas inimaginables, lejos de príncipes y castillos, de bestias y monstruos. Pero aquí me tienes, arrastrándome como un perro para que no te vayas y renuncies a ese futuro sin mi"
Delanay tenía diez años cuando...
Gael Targaryen era conocida como la Hija del Invierno, dulce y frágil, algo ingenua, pero lo suficiente avispada para llegar a cautivar a la gente, pero no lo suficiente para evitar un matrimonio sin amor.
Las historias cuentan que Lord Rohan Bolton pidió su mano después de que todos los demás pretendientes desaparecieran, las malas lenguas decían que sus cuellos habían pasado por el filo de la espada de Rohan.
Fue un matrimonio sin amor, con una idea vaga de un tratado que nunca se dio por sentado, llevando a la pequeña de Desembarco para encerrarla en el fuerte del terror, apartada de todo aquello que alguna vez le dio calidez a su vida, apartada de su madre y sus hermanos.
Llegó años después, cuando una tormenta azotó duramente el norte mientras el reino se llenaba de júbilo con los preparativos para el primer día del nombre del Aemond Targaryen.
Las llama de las velas se mecía con el movimiento de la gente, las voces de las matronas y el Maestre se perdían entre los llantos de una mujer que pedía a gritos que aquello terminase, con la mirada curiosa de las criadas asomadas a la puerta y la constante atención de la gente de la fortaleza. No era su primer hijo, pero tenía claro que sería el último.
Cuando Gael dio el último empujón, la sala se sumió en un silencio lleno de incertidumbre, un silencio frío, que logró sacarle unas lágrimas a la mujer que yacía en la cama a la espera de alguna palabra, algún ruido.
Las paredes se volvían oscuras y la luz perdió brillo ante aquella ausencia de ruido. Las bocanadas se volvieron frías y cada persona en la sala sentía un nudo en la garganta. Fue un embarazo difícil y un parto que dejó mucho que desear, con una madre ahogando las lágrimas entre sus manos y un padre ausente.
No fue un llanto, si no una tos débil, lo que hizo que todo volviera a la normalidad, que Gael pudiera volver a respirar y, un pistoletazo, para que las lágrimas recorrieran su cara y una sonrisa pintará sus labios.
La niña era pequeña y pálida, tal como lo había sido su madre cuando nació, con una mata de pelo negro y dos brillantes amatistas que se entrecerraban al notar tanta luz. Aquella niña se había aferrado con fuerza a lo único que tenía; la vida.
Delanay.
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Por favor, leer
Pues nada, volviendo a Wattpad con un fanfic de Aemond, esperaba animarme a subir primero el de Aegon.
Lo mas seguro es que esta historia no siga muchos hechos de la novela ni de la serie, iré amoldando cosas a lo largo de lo que lleve escrito según lo vaya necesitando.
No pongo cast porque me estoy basando en la imagen que tienen en la serie y prefiero que la imagen de mis personajes sea creada por la mente del lector, si en algún momento necesito concretar la apariencia física de alguno con una imagen lo hare.
Por cierto Gael Targaryen es realmente una de las hijas del rey Jahaerys, por ende tía de Viserys, pero me he tomado la libertad de cambiar un poco su historia.
Dela no deja de ser una niña de diez años a la que han sacado de casa y enviado lejos, por eso el porque de su comportamiento asustadizo al principio. Lo digo ahora para que la entendáis según leéis
Todo comentario es bienvenido y toda idea agradecida.
