𝟬𝟲

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Aemond se detuvo al lado de la joven, mirando al caballero con visible molestia, logrando que este volviera a tener la vista fija al frente a un punto indeterminado del paisaje.

El príncipe suspiró con fuerza antes de echarle por encima a Delanay su fija capa de montar, abrochándosela con cuidado al cuello, bajo la atenta mirada de los ojos de la chica.

–No deberías haber venido.

–Te dije que no le iba a hacer feliz. –Dela miró a Aaron, quien la observó de reojo.

–Hace frío, Delanay, y tu vienes... –Tocó la fina tela de la manga de su vestido. –Muy poco abrigada.

La chica apartó la mano, sin ser muy brusca, pero llevándosela al pecho y agarrando bien el cuello de la capa.

–Tan solo he venido a recibirte, no hace falta que seas hostil.

–¿Hostil? Por dios. ¿Puedes dejarnos solos?.

Aaron dudó durante unos segundos, atreviéndose a mirar al príncipe y luego a la señorita, quien asintió con lentitud dándole permiso para irse. Hizo una breve reverencia antes de entrar a Pozo dragón bajo la atenta mirada de los dos jóvenes.

–¿Explicame por qué soy hostil? sorpréndeme, Delanay.

Nego brevemente antes de arroparse bien con la capa, dándose la vuelta para seguir los pasos de Aaron y siendo detenida por el agarre de Aemond. Intercalo la mirada de él a la mano agarrando su brazo.

–Te he hecho una pregunta.

–Olvídelo, príncipe, he elegido mal las palabras. Ha sido un error.

–No lo ha sido, deja de intentar dar marcha atrás cada vez que hablas conmigo. –Le soltó despacio el brazo. –Haces que parezca que voy a hacerte algo.

Dela bajo la mirada, admirando la punta de sus zapatos y las botas del príncipe, las cuales tenían la puntera llena de barro.

–Entiendo que no le guste, pero no hace falta que tenga esa actitud siempre que se acerca a mi. –Carraspeo un poco antes de alzar la mirada y continuar hablando. –Ha logrado que mi escolta cambié tres veces porque siempre está malhumorado cerca mío, tienen miedo de que les corte la lengua o algo.

–No estoy malhumorado cerca tuyo.

–Lo está, jamás ha dicho una palabra atenta hacia mi, hasta su hermano alguna vez me ha dirigido algún cumplido.

Aemond se quedó callado mirándola, con el ceño fruncido intentando procesar las palabras y con la respiración fuerte de Vhagar de fondo. Aegon era un bocazas e intentaba embaucar a cualquier mujer que se le acercara, por eso tenía en mente que aquellos cumplidos no eran más que una forma de seducción de su hermano, pero estaba claro que la presencia y amistad de Catriel le había evitado seguir con sus intentos.

–A veces pienso que se arrepiente de tener que comprometerse conmigo...

El príncipe negó con fuerza volviendo a cogerla del brazo, quizás un poco más brusco que antes haciendo que la joven se zarandeaba un poco.

–No voy a arrepentirme de la decisión que tomó mi madre respecto nuestro compromiso.

Dela no supo cómo sentirse ante esas palabras, debería haberse sentido feliz porque dijo que no se arrepentía de comprometerse, pero el retoque de que había sido una decisión de su madre, por ende una orden suya, le había dejado un mal sabor de boca.

–Esta bien. –Apartó el brazo de nuevo para dar un par de pasos hacia atrás. –¿Podemos ir ya al castillo? Quiero volver a mi cuarto

–No

Delanay  ━━ Aemond Targaryen. ━━Where stories live. Discover now