𝟭𝟮

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Cogio aire mientras Alia trenzaba su pelo para recogerlo con cuidado, enrollando los mechones negros y atandolos con una cinta azul. La mente de Dela divagaba mientras se miraba los dedos, acariciandose la punta de los dedos de una mano, con la imagen del príncipe agrietandose frente a ella, el tono lastimero de su voz y lo que le pareció un miedo al abandono.

Le dio vueltas a aquello todo la noche y parte de la mañana, había estado perdida en sus pensamientos llevandose algún escarmiento de su hermano en la arena de entrenamiento, remarcando que no viniera para estar despistada, con la mirada fija de Aemond en ella y un sentimiento constante de presión en el pecho.

Miro por el espejo el reflejo de Lucas, quien curioseaba un libro de historia esperando a que las chicas terminaran, con uno de los mechones frente a sus ojos y tarareando muy bajito una canción.

–Lucas. –El chico alzó la mirada ante la llamada. –¿Te molestaría que me fuera de vuelta al norte?

El chico negó un poco descolocado.

–Claro, sería triste, pero siempre puede volver a visitarnos ¿no? –Volvió la vista al libro. –No se va a acabar el mundo porque no esté aquí ¿Por qué la pregunta, Lady?

Alia había dejado de trenzarla el pelo para observar, algo curiosa también por la pregunta. Ambos habían notado que Dela estaba más inquieta desde que se le había puesto fecha al compromiso, achacaban la pregunta a aquello sabiendo que a lo mejor todo aquello era demasiado para la joven, que no era fácil comprometerse con un príncipe y menos con alguien como Aemond que, quisiera o no, era alguien muy notable y ciertamente importante.

–No, nada. –Negó un poco con la cabeza volviendo a acariciarse la yema de los dedos. –No voy a irme ni nada, no te preocupes.

–Mi señora, si no quiere ir a la cena siempre puede decir que se encuentra mal. –Alia le dio una pequeña caricia en el hombro. –Es normal estar nerviosa.

–De verdad que estoy bien, tranquilos, es una cena.

Rohan le había anunciado aquella mañana que estaba invitada a la cena familiar del rey Viserys, que no estuviera nerviosa por ello y que pensara que era una cena cualquiera como las que tenía con su propia familia. ¿Cómo no iba a estar nerviosa? Hace mediodía pensaba que Aemond la odiaba y ahora no podía quitarse de la cabeza su tono de voz cuando pensó que se iba a ir.

Suspiro mirando su reflejo, observando como su sirvienta le deshacía las trenzas para probar otro peinado y como su guardia rodaba los ojos al ver eso. Llevaban un rato allí, dejando que Alia peinara su pelo una y otra vez, la hiciera múltiples recogidos y acabará rechazando la mitad.

Lucas cerró el libro dejándolo al lado de Dela y echo a Alia a un lado, se desengancho los brazaletes de la armadura y los dejó sobre el libro antes de llevar las manos al pelo de la joven.

–Aparta, como sigas así nos vamos a tirar todo el día.

–No puedes hacer eso. –Alia apoyó la mano en el brazo del guardia antes de apartarlo por la mirada que le echó este. –Vas a destrozarle el pelo.

Lucas recogió un peine para empezar a hacer un recogido sin enredar el pelo moreno de su señora.

–Tengo tres hermanas pequeñas, hacía esto a diario en casa. –Negó cogiendo una cinta y apoyándola en su hombro. –Si se lo haces muy complicado va a quedar demasiado recargado para una cena familiar.

–Pero es una cena con la familia real.

–Pero no deja de ser una cena familiar, no suelen ir super elegantes cuando las realizan, no cuando son tan pequeñas. –Refuto el chico. –Algo bonito pero simple, tampoco es un banquete real con muchos invitados. Guárdate los peinados complicados para la ceremonia de compromiso

Delanay  ━━ Aemond Targaryen. ━━Where stories live. Discover now