Delanay ━━ Aemond Targaryen. ━━

𝟮𝟮

Se dio la vuelta una vez más en su cama acomodándose en la almohada viendo como la poca luz que daba la luna se colaba entre las cortinas de su ventana, llevaba un rato despierta desde que a su hermano le había tocado hacer el relevo a caballeros que hacían guardia a las afueras del castillo, se había hecho la dormida en ese momento para que el joven se fuera tranquilo a hacer su trabajo pero ahora no podía volverse a dormir y recorría la cama un y otra vez enredándose con las sábanas. Hubo un momento que se quedó boca arriba con los ojos bien abiertos e imaginando formas en la oscuridad del techo para entretener la cabeza, pero eso apenas duró un par de segundos antes de que volviera a rodar por la cama.

Bufo desesperada pateando las sabanas que se habían enredado en sus pies y golpeando un par de veces el colchón antes de sentarse al borde de este, mirando la línea de luz que entraba por la ventana con los pies colgando y moviendo un poco los dedos de este antes de bajarse de la cama y ponerse unos zapatos bajos y cómodos, camino un par de veces por la habitación sin objetivo ninguno mirando los libros en su escritorio y dándose cuenta de las pocas ganas que tenía de abrir ninguno de ellos. Acabo echando por encima una bata y atándola bien a su cadera antes de quedarse unos segundos con la mano en el pomo de su puerta.

Sabía que detrás de ese enorme cacho de madera estaban Erryk y Lucas haciendo guardia, que estarían hablando de cualquier cosa apoyados en la pared o uno de ellos dormitando mientras el otro vigilaba y viceversa. Cogió una bocanada de aire antes de abrir despacio la puerta y asomar la cabeza hacia donde tendría que estar Lucas encontrándose un pasillo vacío y oscuro iluminado por unas pocas velas que apenas alumbraban al estar tan dispersas.

–¿Lana?

Pegó un bote en el sitio agarrándose con fuerza de la puerta antes de mirar hacia el otro lado y encontrarse a Aemond sentado en una silla con un libro abierto reposando en su regazo. Se encontraba tan confundido como ella, Catriel le había asegurado que la chica estaba profundamente dormida cuando había salido de la habitación llevándose al único guardia que acompañaba al príncipe así que tenerla ahí de pie le había pillado por sorpresa.

–¿Qué cojones Aemond? –La joven se llevó la mano al pecho intentando calmar su corazón nervioso. –Casi logras que me infarte...¿Dónde están los guardias?

–Lucas se fue con tu hermano y a Erryk le he mandado a descansar algo. –Respondió con un tono bajo antes de levantarse. –¿Estás bien? Deberías estar durmiendo.

Delanay asintió brevemente con la cabeza saliendo despacio y cerrando la puerta tras de ella con cuidado, engancho algo de tela entre sus dedos y miró a Aemond apretando un poco los labios.

–Estoy bien, necesitaba algo de aire.

El príncipe hizo uno de sus ruidos, casi un susurro, antes de agarrar su libro de poesía y dejar un espacio entre ambos manteniendo una postura rígida, cualquiera diría que hasta estaba nervioso en ese momento de no ver la rectitud era lo que definía al joven.

Se quedaron en silencio manteniéndose la mirada, como si aquello fuera un pequeño juego desafiante para ver quien la apartaba primero, esperando que alguno rompiera el silencio fuera del roce de la tela entre los dedos nerviosos de la chica.

Era una situación extraña porque Aemond volvía a tener una actitud que a la chica le desconcertaba, no habían tenido conversaciones en condiciones desde que ella había vuelto, tampoco las habían tenido demasiado antes de eso, no era como si el príncipe la evitara sino como si pensase que hablarla podía llegar a molestar a la joven las pocas veces que se habían cruzado con la suficiente proximidad para hablar. Notaba la mirada del chico sobre ella más de una vez desde lejos, manteniendo una distancia de seguridad como si Dela fuera a morderle, Aegon decía que era su manera de vigilarla sin agobiarla y Delanay a veces pensaba que Aemond no sabia como iba el tema de relacionarse con gente que no fuera su madre o su hermana con quienes se sentaba a escucharlas hablar.