Frágil

Capitulo 33

Me solté a reír cuando observé a Alessandro luchar por atrapar al cachorro por todo el jardín, habían pasado tan solo tres días desde que lo habíamos llevado al veterinario y ahora necesitaba un refuerzo de una vacuna.

—Me pregunto si será igual contigo Alessio, tu padre parece ser un desastre —me burlé—. Pero no te preocupes será un magnifico padre para ti. Aunque un poco distraído, ha olvidado mi cumpleaños.

Estaba segura que Alessandro no tenía idea de que aquel día era mi cumpleaños, ya que no habíamos compartidos algunas cosas personales como las fechas especiales de ambos, pero yo si tenía muy grabada la de su cumpleaños, 16 de Diciembre.

Aquella fecha no salía de mi cabeza, se supone que lloras por las fechas especiales, no porque te causen tristeza, y ahora temía porque no estuviéramos juntos para su cumpleaños.

—Lo he logrado —dijo orgullosos acercándose a mi mientras cargaba en sus brazos al cachorro—. Parece que tiene bastante energía —sonrió.

Le dedique una sonrisa de regreso.

—¿Todo bien? Te noto algo pensativa.

—Estoy bien —quise disimular—. Debemos llevar a bello al veterinario, ¿lo olvidas?

—Creo que estas intentando ocultarme algo —insistió.

—¿Qué te ocultaría Aless? —lo tomé del rostro—. Vamos adentro de la casa buscaré mi bolso, te acompaño a llevarlo.

—Espera —me detuvo antes de que si quiera siguiera mi camino—. ¿Crees que puedes esperar aquí un momento? —me pidió.

—Claro, te espero.

No sabía a qué se refería de repente tenia insistencia por meterse dentro de la casa. Y parte de la mañana se había mantenido ocupado en su oficina. ¿Y si acaso estaba trabajando más de lo normal de nuevo? Me preocupé en ese instante de que Alessandro estuviera dejando de lado asuntos importantes de su empresa.

—¡Chiara cariño ¿puedes venir un momento?! —me grito a la par de unos minutos.

Me encamine a la entrada de la casa, atravesé la sala y encontré allí todo el lugar decorado con flores de color amarillo y globos de colores.

—¡Feliz cumpleaños mi amor! —exclamó mientras sonreía y se acercaba para abrazarme—. Espero que este sea el inicio de muchos más —me abrazó con fuerza y yo me refugié entre su pecho.

—¿Cómo lo has descubierto?

—Nuestro registro de matrimonio —sonrió—. ¿Cómo olvidaría una fecha especial?

—¿Has hecho todo esto tu solo? —pregunté aun sin creer lo que veían mis ojos.

—Sí, pero me temo que los globos han quedado algo chuecos—se rasco la nuca avergonzado—. Verás, eso de la decoración no está en mí.

—Es precioso Aless —le contesté.

—¿En verdad te gusta?

—Me encanta, amo las flores y los colores —cerré mis ojos con fuerza imaginando mi cumpleaños número seis, se parecía tanto al de aquella fecha, era tan feliz con mis padres —. Me has traído un recuerdo muy lindo de mi infancia —me limpié los parpados una lagrima que amenazó con escaparse.

—No quería que te pusieras triste.

—No me has puesto triste —lo tomé de las manos—. Por el contrario me has hecho muy feliz.

—Aún no es todo, espera una cosa más que tengo preparada para ti.

Alessandro de pronto despareció de mi campo de visión y volvió atravesar la sala con una enorme caja en sus manos.