15. Hanahaki

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(JungsuXGaon. JungsuXJooyeon) Soft, sad

Kim Jung Su se considera un hombre fuerte y saludable. Muy raras veces se enfermaba y cuando lo hacía, solo era una noche, al día siguiente estaba totalmente fresco y eso era algo que su esposo realmente admiraba.

Jungsu estaba felizmente casado con Jiseok, se habían conocido en la preparatoria, comenzaron a salir en la universidad y finalmente se casaron hacia cinco años. Vivían en una acogedora casa cerca del centro de la ciudad y solo eran ellos dos.

Jiseok trabajaba como científico en un laboratorio de geología. Había desarrollado importantes investigaciones sobre desastres naturales por lo que era bastante reconocido en el campo de la ciencia.

Por su parte, Jungsu era el gerente de una empresa, había ascendido al puesto dos años atrás debido a su increíble capacidad de crear campañas publicitarias y estrategias de venta, ahora supervisaba y daba consejos a los novatos.

A pesar de sus importantes trabajos, no descuidaban el tiempo de calidad como pareja y cada dos días tenían una cita en diferentes lugares.

Jungsu amaba y adoraba a su Jiseok, lo había amado profundamente desde la escuela, lo hacía visto crecer y realizarse así mismo, se emocionaba cada vez que lo veía en el periódico o en la revista nacional de ciencia.

Ese día no había sido la excepción, Jiseok daría una importante conferencia pero el pesado trabajo de Jungsu le impedía estar presente durante todo el evento, aún así se escapó de la empresa en su hora de comida para llevarle un enorme ramo de flores.

Jiseok lo miró desde el podio y su corazón saltó en su interior, Jungsu sonrió al ver que se había quedado en silencio más de la cuenta y se recargó en la puerta esperando pacientemente. En cuanto Jiseok terminó de exponer su discurso y todos aplaudieron, literalmente corrió por el pasillo hacia su esposo quién lo recibió con los brazos abiertos.

—¿Qué haces aquí?

—Tenía que venir a verte, tomé algunas fotos más para el álbum.

—Jungsu, eres un tonto. Te van a regañar.

—Si me van a regañar valdrá la pena porque sabes cuánto me fascina verte exponer tus investigaciones –se agachó y le dio un beso en la mejilla, le entregó las flores y lo miró nuevamente –. Estoy muy orgulloso de ti.

Jiseok se sonrojó. Si, cinco años de ser esposos y aún se sonrojaba cuando Jungsu le demostraba cuanto lo amaba y apoyaba.

—Gracias, no lo habría logrado si no hubieras estado de preguntón hace dos meses –Jungsu rio y una alarma sonó y miró su reloj –. Tu descanso termino, tienes exactamente dos minutos y 25 segundos para regresar a tu oficina.

—Si, ya lo sé. Ya me voy, está noche yo cocino –le dio un beso en los labios, volvió a abrazarlo y tras despedirse otras tres veces salió corriendo hacia su auto dejando a Jiseok riendo y abrazando su ramo de flores.

Jungsu manejaba con precaución, pero un poco más rápido de lo normal. La verdad es que no le importaba la reprimenda, de todos modos todo regaño valía la pena con tal de ver a su amado esposo hacer lo que más le apasionaba.

No llegó a tiempo, claro, y su jefe estaba tocando en la oficina cuando el apenas caminaba por el pasillo.

—Aquí estoy, señor Goo.

—Oh, señor Kim, te estaba buscando en la sala de comida.

—Lo lamento, tuve una emergencia familiar.

—Oh, ya veo. No te preocupes, yo lo entiendo.

Goo Gun Il, su jefe era un hombre un poco bajo, musculoso pero bastante amable y amigable. A pesar de su aspecto adorable, cómo jefe y dueño de la empresa era bastante recto y estricto. Por algo eran una de las empresas más distinguidas del país. Jungsu abrió la puerta de su oficina y lo dejó pasar primero.

XDINARY TALESWhere stories live. Discover now