XDINARY TALES

38. Inmortalidad pt.2

(Segunda parte de los wampiros)

Jiseok estaba arrodillado junto a la cama, sostenía con firmeza la mano de su madre mientras ella lo miraba con fascinación.

—¿Por qué te cambiaste el color del cabello?

—Porque en la escuela nos regañaron a Jungsu y a mi por tener el cabello de colores –la mujer rio con cansancio.

—No uses así tus poderes, te vas a cabsar. Despues de tantos años, te sigues viendo tan guapo –el chico sonrió.

—¿Estás segura de que no quieres que te muerda? –ella rio al entender la broma.

—No desperdicies tus poderes en mi, mejor utilizalos en alguien que realmente lo necesite y nunca olvides quien eres –le acarició el rostro –. No eres un vampiro malvado como en las películas –Jiseok volvió a reír pero suspiró.

—Sabes lo que tengo que hacer ¿Verdad?

—Prefiero ser yo a que sea alguien inocente. Está bien, mi amor.

—Gracias por haber estado conmigo mamá, y aceptarme como soy. Y por acoger a los chicos.

—Gracias por ser mi hijo, te amo Jiseok.

Luego de unos segundos, su madre murió. Jiseok suspiró y recargó su cabeza en el brazo y la mano de su madre. Luego se alzó y tomó el cuchillo que estaba en la mesa de noche.

Se levantó para abrir la puerta y después de asentir hacia Gunil, él y Hyeongjun entraron en la habitación cerrando tras ellos.  Jooyeon se balanceo en sus pies con nerviosismo.

—¿Alguien más se siente extraño con esto?

Jungsu se encogió de hombros.

—Ella nos rogó que lo hiciéramos. Y nosotros lo necesitamos.

—Si pero, ella nos cuidó todo este tiempo. Me siento mal...

—Malo hubiera sido que la hubiéramos matado en cuanto no teníamos nada de sangre que beber –comentó Seungmin dejándose caer en el sillón.

—50 años con ella y aún creo que no fueron suficientes –suspiró Jooyeon, al parecer su voz hizo que Jungsu y Seungmin lo miraran atentamente por lo que carraspeó –. Lo siento.

Ambos sacudieron la cabeza y volvieron a lo que estaban haciendo.

Habían pasado 50 años desde que Jooyeon mordió a Jiseok y lo convirtio en vampiro. Desde entonces habían estado viviendo con él y su madre que, aunque sabía perfectamente lo peligrosos que podían ser, hacía lo posible por cuidarlos a todos. Se había adaptado a ellos mejor de lo que ellos mismos lo habían hecho en más de 100 años. Sin duda fue una mujer increíble.

Durante ese tiempo, los ayudó a controlar sus habilidades, a usarlas con responsabilidad y en ocasiones necesarias. Pero también los dejaba usarlas libremente de vez en cuando.

Su único deseo es que ellos le permitieran morir cuando fuera debido y es por eso que jamás la mordieron y Jiseok no usó su poder con su madre de modo que, al morir ellos pudieran alimentarse con su sangre en lugar de volver al bosque a matar animales o humanos perdidos.

Luego de un largo rato, los tres vampiros salieron de la habitación cargando frascos grandes con sangre, algunos se los entregaron a Jungsu y a Seungmin que de inmediato los colocaron en la alacena. Jiseok depositó una bandeja con seis copas de sangre sobre la mesa y luego se reunieron frente a ellas. Gunil tomó una y la alzó.

—Jamas olvidaremos a Mamá Kwak. La única persona (humana) que nos ha aceptado al ser vampiros. Jiseok, la honraremos siempre en tu nombre.

Jiseok tomó la copa y también la alzó.